Dar a conocer la verdad de anunciar el mensaje salvífico de Nuestro Señor Jesucristo, debe de ser la prioridad que caracterice la comunicación, con un testimonio de servicio para ayudar a la comunidad acercarse a la Iglesia Católica, hará la diferencia con los medios de comunicación externos.

Konaté Hernández

Cancún, Quintana Roo.– La recomendación a la comunidad es que, con una conciencia distinta se acerquen con verdadero deseo a participar en la celebración del Viacrucis en Semana Santa, y en comunión interiorizar  con la Iglesia Católica, indicó el padre Juan Alexander Caamal Sánchez, vicario del Santuario guadalupano en Cancún.

No es solo cumplir con los ritos y actividades, si no interiorizar los misterios de la vida y Pasión de Cristo a través de la oración y la reflexión, aseguró.

Luego de un prolongado confinamiento a raíz del Sars CoV–2 y una recuperación paulatina a las actividades, es importante interiorizar en la celebración de Semana Santa, con la reflexión en el misterio salvífico de la Pasión, Muerte y Resurrección. Mientras que el Sínodo Diocesano ayudará a obtener los resultados con una renovada esperanza, sin olvidar la enseñanza de San José de seguir sus virtudes de proteger, custodiar, nuestra fe, adhesión y comunión a la Iglesia. El padre Juan Alexander Caamal Sánchez nació un 28 de septiembre de 1986 en Tizimin, Yuc., mayor de tres hermanos, sus padres doña María Teresita Sánchez Aguilar y don Juan Amilcar Caamal Medina.

Vocación, ordenación y trabajo pastoral

A principios de cuentas su familia no estuvo de acuerdo de que se fuera al seminario, no obstante recibió la aprobación y apoyo de sus padres a la vocación, sin más impedimento al respecto luego de la invitación que le hiciera un sacerdote a realizar los retiros del proceso vocacional en el seminario al concluir la secundaria.

Después de terminar la preparatoria, ingresó al Seminario Conciliar de Yucatán, donde estudió el Curso Introductorio, Filosofía y Teología, hizo su año de pastoral en Akil, Yuc. Un 12 de enero de 2017 es ordenado diácono en la parroquia Cristo Resucitado en Cancún y para el 4 de agosto de 2017 recibe la ordenación sacerdotal, en ambos casos de manos de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.

Por tres años prestó su servicio en el Seminario Mayor de Cancún como ecónomo, prefecto de filosofía y prefecto de teología; desde julio de 2020 es vicario parroquial del Santuario Guadalupano en Cancún.

La enfermedad incrementó su amor a la vocación

Si bien la violencia ha permeado la zona y es una constante en el crucero, hoy corroe a toda la ciudad con violentos y lamentables hechos que a diario suceden, por lo que es importante que la comunidad aprenda a crecer en la unidad y el amor en el servicio a los demás, es lo que le preocupa. En tanto a la dinámica de los grupos eclesiales del Santuario hacen que la comunidad sea participativa en todas sus actividades, es lo que más le agrada.

Entre la pandemia que ocasionó la muerte a mucha gente, el duelo de otros, conocer el sufrimiento de las familias que perdieron a un ser querido, y el deseo de ayudar, aunque en cierta forma resultó insuficiente, además de haber padecido una enfermedad que le ayudó a experimentar su amor al ministerio y con la experiencia de haber compartido el reto de colaborar con los seminaristas recién ordenado, fue bastante motivador al ayudarle a replantearse su vocación cuando apenas iniciaba su trabajo pastoral, es lo que más ha impactado su ministerio sacerdotal.

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