Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo.– Dejarse amar por Dios, es anhelar estar con Él, adentrarse a la esfera de su amor, sin dejar de tocar el piso, indicó el padre Oswaldo Martínez Guapo, MSP, vicario de la parroquia Santa Cruz en Cancún.
Un problema antropológico fundamental es conocer lo que es el hombre, a dónde va, para que está en el mundo, conocer su destino, agregó.

Reiteró que la confusión del mundo, se evita adentrándose a la esfera Divina, conocer la Palabra, amar y anhelar estar con Dios. Los medios de comunicación, la tecnología son un medio eficaz para acceder y conocer la Biblia. Después de conocer a Dios no se puede callar, ni ser inerte; es necesario dejarse mover por la gracia del Espíritu Santo, para darlo a conocer a los demás.
Comprometerse con la Iglesia, seguir el proceso de procurar llevar una vida espiritual que fortalezca el encuentro con Dios y los demás, reavivar el Espíritu, recibir los Sacramentos que la Iglesia administra, es su recomendación. El padre Oswaldo Martínez Guapo es Misionero Servidor de la Palabra (MSP), nació en Salamanca, Guanajuato un 28 de marzo de 1976, mayor de seis hermanos, hijos de don Marciano Martínez Franco y doña María del Carmen Guapo Pescador.

Desde muy joven, surge su vocación, cuando ayudaba en la catequesis de su parroquia, tiempo durante el cual se sembró la semilla. A la edad de 18 años decidió un poquito inclinarse y asistir a los retiros con los Misioneros de su comunidad. Su madre manifestó felicidad, por su inquietud a lo sagrado. Su padre lo contrario, porque al ser el mayor, dependía un poquito del trabajo que desempeñaba como obrero y la aportación que le brindaba le ayudaba en el sostén familiar, fue el temor de no percibir la ayuda que le daba.
Al concluir su misión, un 31 de diciembre de 2004, estudió el Postulando con los MSP en 2005. El 15 de agosto de ese mismo año hizo el Noviciado y recibió los Votos de Pobreza, Castidad y Obediencia. En 2006 estudió Filosofía. Por dos años y medio hizo Misión. De 2009 a 2013 estudió Teología. Es ordenado Diácono en 2013 y sacerdote en 2014 de manos de Monseñor Christopher Pierre, ex representante del Papa.

Como sacerdote, apoyó en la Casa de Oración en Tarimoro Guanajuato. Formó parte de la Misión con el equipo de sacerdotes que ayudaba en la formación en Cuautitlán, Izcalli, Matriz de los MSP. En noviembre de 2015 es enviado a la parroquia Cristo Misionero en Tijuana, B. C., por año y medio. Fue Superior de la Casa de Formación de Laicos MSP en República Dominicana. Atendió la parroquia de Cristo Rey en la Arquidiócesis de Monterrey. Luego regresa a formar parte del grupo de sacerdotes para ayudar en la formación a los seminaristas en Guanajuato y Michoacán, donde están las casas de formación de los seminaristas. Es vicario de la parroquia de la Santa Cruz en Cancún, desde el 27 de septiembre de 2022.
Aun cuando la parroquia de la Santa Cruz, tiene 40 años, le preocupa dejar a la gente sin formación, así como no acomodarse a sus actividades. “Ir a las calles, a la periferia, en busca de la gente para que regrese a la Iglesia que por naturaleza es misionera y en salida”, como enseña el Papa Francisco. Traer a los alejados. Le agradan los desafíos, retos de evangelización, dar a conocer a Dios a través de la Biblia. Palpar el hambre y sed de recibir la Palabra de muchos que necesitan conocer a Dios, es su mayor desafío para evangelizar.

Lo más impactante de su ministerio, es que a pesar de todo, es maravilloso ver la mano de Dios actuar en su vida, que siempre está con él y lo ha sacado de varias situaciones de enfermedad, de las que ha logrado recuperarse. La respuesta alegre de la gente, que evangeliza y se acerca a la Iglesia comprometida es su mayor felicidad. Su salud se deterioró luego de regresar de República Dominicana, concluyó el padre Oswaldo Martínez Guapo MSP.

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