Konaté Hernández
Cozumel, Quintana Roo.– Los padres deben asumir la responsabilidad de educar a sus hijos, estar atentos para ayudarlos a buscar la salvación en la Iglesia, como una gracia y un milagro que les dará Dios, indicó el padre Enrique Flores Álvarez, L. C, párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Cozumel.
Conocer los Sacramentos instituidos por Cristo, acercarse a vivir la religiosidad, ayudará a la familia a evitar que los vicios y las modas absorban a sus hijos y los destruyan, precisó.
Lo contrario sería caminar hacia atrás como los cangrejos, es triste ver que muchos jóvenes desobedecen a sus padres, se alejan de la Iglesia, se llenan de una radicalidad muy terrena, de tal manera que resulta un poco difícil regresarlos a Dios. El padre Enrique Flores Álvarez, L. C., nació el 14 de enero de 1951 en Zapotlanajo, Jalisco, tercero de seis hermanos, sus padres don Enrique Flores Morales (+) y doña Carmen Álvarez Nuño de 98 años.
Desde muy pequeño, vivió un ambiente religioso y generoso en el seno de su familia, a sus padres les costó aceptar su vocación, que gracias a unas tías religiosas de su mamá, no tuvieron objeción alguna a su llamado vocacional, ocurrido cuando era acolito entre sus 9 o 10 años. Explicó que al ver al tendero del barrio, al munícipe, al policía y a los que de alguna manera tenían una responsabilidad en su pueblo, se cuestionaba lo que quería ser de grande, descidiéndo por el sacerdocio.
Invitado por un sacerdote procedente de la Ciudad de México a ir al seminario, meses después viajó a la capital del país a continuar su educación básica y media. Al concluir viajó a Salamanca España a realizar estudios de Noviciado y Humanidades Clásicas por cuatro años. En Madrid hizo un año de experiencia a ver si podía ser abogado, para luego trasladarse a Roma a estudiar en el Angelicum tres años de Filosofía y cuatro de Teología, que interrumpió para reafirmar su vocación. Estudios que hace en la Universidad de los dominicos. Tiene la gracia de celebrar Misa con un maestro que le dio clases a San Juan Pablo II. Conoció al a Papa Pablo VI y estrechó su mano. Es ordenado diácono un 25 de junio y sacerdote el 24 de diciembre de 1981 en la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe en San Felipe Mártir en Roma.
Su trabajo pastoral por cinco años confesor en colegios en Ciudad de México, promotor vocacional por 25 años en Colima, Jalisco y Michoacán, encargado de llevar adolescentes, jóvenes al seminario para probar su vocación. Del 2010 al 2012 vicario en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Playa del Carmen, donde tiene la gracia de hacer las comunidades de San Judas Tadeo colonia las Flores y San Juan Pablo II. Desde 2012 es párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. Horarios de Misa lunes a sábado 8:00 am y 7:00 pm, Jueves Eucarístico todo el día; Misas en Domingo 8:00 am, 10:00 am, 12:00 pm y 7:00 pm, en avenida 95 entre calles 6 y 8, colonia Emiliano Zapata en Cozumel. Da atención espiritual a las capillas Divina Providencia que ya amerita ser parroquia, San Judas Tadeo, Divino Niño a las afueras del poblado y la Virgen Desatadora de Nudos al interior de la sede parroquial, con la idea de agrandar la capilla en un futuro.
De la comunidad le preocupa la disminución de la fe, una realidad que percibe, la destrucción de la familia por el alcoholismo y por cuestiones laborales, así como la disminución de la religiosidad en un mundo que aparta a la gente de la Iglesia, disgrega a los hijos y la convivencia con un turismo que muchas veces les lleva ideas “progresistas” que los destruyen. La religiosidad multicultural es en un 85 por ciento por su gente procedente de la Península y el Sureste, que por su nobleza, obediencia, características regionales arraigadas que prevalece en ellos es lo que más le agrada.