Konaté Hernández

Cancún, Quintana Roo.– Miles de fieles se dieron cita en las diferentes parroquias y capillas de la Diócesis Cancún Chetumal en un día caluroso y colorido del Domingo de Ramos, entre cánticos, manos alzadas y ramas, para acompañar a Nuestro Señor en su entrada triunfal a Jerusalén.

Aclamar y reconocer el reinado de Cristo como nuestro Rey, es el mensaje de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, en la Catedral de la Santa Cruz y Santísima Trinidad en Cancún.

Es hermoso como el pueblo reconoce y aclama: “bendito el que viene en el nombre del Señor, rey de Israel”, aunque luego griten, “crucifícalo, crucifícalo”, y sin embargo es rey. Es evitar traicionarlo como Judas, negarlo como Pedro, la burla de los fariseos, el maltrato de los soldados, que al final, escribieron “Jesús de Nazareth Rey de los Judíos”. Quieran o no, crean o no, Él es Rey, y un día, se presentará como Juez de vivos y muertos a separar a los cabritos de las ovejas, continuó.

Es grato ver volcarse a la gente que se acerca a la Iglesia el Domingo de Ramos, lo que no sucedía durante los años de pandemia. Espera que siga así la semana, que se acerquen a vivir y acompañar a Jesús en su Pasión. Detalló las actividades en Catedral, Jueves es el Lavatorio de pies, el Viernes el Viacrucis y por la tarde de este mismo día la Procesión del Silencio, para acompañar a María. Explicó que se baja al Cristo de la Cruz, descendimiento que no se hace en ninguna otra parte de Quintana Roo, y se coloca adyacente para la procesión del Silencio, llevarlo al sepulcro, en una especie de duelo, unirse a la Virgen Santísima en el Pésame, hacer el Rosario con emotivo fervor.

La Solemne Vigilia Pascual es el Sábado a las 10:00 pm, con el Fuego Nuevo, en el que se hace un resumen de las lecturas de la Biblia, se escucha la Palabra de Dios. Es muy bonito ver la participación de la gente en la Resurrección del Señor. Vivir con la necesidad de tener fe, salir adelante, en el matrimonio, la familia, en el trabajo, en lo personal y en sociedad, cuando las cosas se ponen difíciles, solo es poner la confianza en Dios, ir a la Iglesia, llenarse de energía, fortaleza, ayudará a salir adelante, instó.

Por otra parte, el Viacrucis en la playa, se aprecia un escenario espectacular, arena blanca como si fuera el desierto, con el mar turquesa de fondo, es precioso. Este año se espera una asistencia de unas 3 mil personas, porque es un fenómeno en el que los turistas, que no sabían del evento, se acercan, se confiesan, lloran al ver a Jesús y se arrepienten, se liberan, sanan, y regresan a sus hogares felices.

Sin duda el Santuario Desatadora de Nudos, ha congregado entre 10 y 12 mil peregrinos, este año esperan superar esta cantidad, porque es todo el día, y ahí se encuentra la gente con María, en calma, tranquilidad, hacen su petición en un listoncito, lo cuelgan, para que la Virgen interceda y desate los nudos que cada uno lleva, es una devoción que ha crecido, al recibir personas de todo el país, del mundo, especialmente de Valladolid, Yucatán. También se encuentra el santuario Estrella del Mar así como el santuario Jardín de María, en el interior de la Universidad Anáhuac, una representación de todas las advocaciones de la Virgen María en el mundo, es una obra de arte en mosaicos de calidad. En cuanto al Viacrucis en la parroquia de Cristo Rey, por la remodelación del parque de las Palapas, este año será en el interior del recinto.

En cuanto al comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), del 3 de marzo, sobre democracia y estado de derecho, los obispos preocupados e inquietos por la situación del país, llamaron a la sociedad civil a reflexionar y defender las instituciones, la división de poderes, como quedó de manifiesto en la marcha por la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), el 8 de febrero. Llamado a respetar la libertad para evitar la dictadura. Reflexionar, profundizar, porque México nos necesita en el progreso y maduración del ejercicio democrático, y no retroceder 70 años atrás, cuando gobierno y partidos decidían las elecciones, concluyó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C.

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