Konaté Hernández
Playa del Carmen, 22 de marzo de 2021.– Conocer, amar, caminar e imitar las virtudes de San José, padre, amoroso, fiel, misericordioso, y aprender a ser conscientes de custodiar el tesoro más valioso que es la familia, señaló el padre Luis Antonio Flota Pereyra, párroco de la Iglesia de San José en Playa del Carmen.
Una gran enseñanza es el cuidado que tiene San José de guiar a la Iglesia hacia el regalo más grande y precioso que es Jesucristo, precisó.
Destacó que Dios ha puesto en manos de la iglesia al hombre justo, silencioso, padre amoroso, fiel, bueno, misericordioso, para acompañar y cuidar de la Sagrada Familia, ejemplo a seguir de todo padre para proteger a su familia, en tiempos tan difíciles. De ahí la importancia de “conocer, amar, imitar, caminar y tener claro, que con la Virgen María, ambos conducen a Jesús, colocado siempre en el centro de nuestras vidas”, gran regalo para la humanidad.
El padre Luis Antonio Flota Pereyra nació un 17 de agosto de 1983 en Chetumal, Quintana Roo, es el mayor de cuatro hermanos, sus padres don Luis Flota y doña Lidia Elvira Pereyra.
Vocación, Ordenación, Trabajo Pastoral
Recibió la invitación a participar en el proceso del seminario, cuando estudiaba la universidad, con una primera respuesta que rechazó. Tras cuestionársele del porqué de su negativa, reflexionó y decidió iniciar estudios en el seminario. Con una infancia y adolescencia como todos, dijo que, al comentar esta decisión a su familia, su papá le cuestionó, mientras su mamá siempre estuvo dispuesta al darle su apoyo, aun en los momentos críticos de su vocación. Y es que durante muchos años padeció de la columna por lo que se vio forzado a interrumpir sus estudios. Fue cuando su mamá le dijo que no había problema, mientras se restablecía de salud, tenía las puertas abiertas de su casa con las palabras, -está es tu casa, siempre lo será-, lo que agradece a Dios y a su familia y en especial a su abuelita al ser pilar para seguir el proceso hasta ordenarse.
Al ingresar al seminario, fue enviado a Roma donde estudio dos años de filosofía, mientras que en el seminario de Campeche concluyó sus estudios de teología. Tras regresar a la entonces prelatura, recibe la ordenación diaconal en Kantunilkin. Luego se trasladó a la parroquia del Perpetuo Socorro en Chetumal hasta que el 20 de noviembre de 2015 recibe la ordenación sacerdotal en la parroquia de Cristo Resucitado en Cancún de manos de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
Después del 15 de enero de 2016 estuvo en Chetumal, para llegar a la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Playa del Carmen, donde colaboró en el Colegio Monteverdi donde trabajó cuatro años. Fue nombrado administrador parroquial de la iglesia de Nicolás Bravo donde estuvo del 9 de noviembre de 2019 al 23 de agosto de 2020. Del 6 de noviembre de 2020 al 6 de febrero de 2021fue vicario de la parroquia Sagrado Corazón en el fraccionamiento Mundo Habitat de Playa del Carmen, fecha en que llegó a la parroquia de San José Obrero en el fraccionamiento guadalupana de esta ciudad. Horarios de misa dominical 8, 10 de la mañana, 12 de mediodía y 7 de la tarde, misa diaria 7 de la tarde. Atiende las capillas María Auxiliadora en la colonia Jacinto Canek con misa dominical a las 5 de la tarde, la capilla Cristo Rey con Hora Santa los jueves a las 5 de la tarde y al terminar la Misa, y la capilla Santos Mártires Mexicanos con misa dominical a las 4 de la tarde, estas últimas en la colonia de Cristo Rey.
Una luz en medio de la oscuridad
Entre sus preocupaciones el alto índice de alcoholismo, drogadicción, y sobre todo que hay jóvenes provenientes de familias católicas tradicionales cercanas a la Iglesia, simpaticen y promuevan el aborto, por lo que consideró importante acompañar a la juventud en su proceso para descubrir la verdad, explicándoles las ventajas de apoyar la vida con la enseñanza de expertos como personal médico, psicólogos que expongan lo que es el aborto. También le preocupa consolidar y revisar la situación de terrenos, ocupándose en buscar mejores oportunidades de crecimiento para la Iglesia. Le agrada la amabilidad y disponibilidad de la gente a colaborar en las actividades parroquiales, su generosidad para trabajar y hacer comunidad. Mientras que en cuanto al periódico Sagrada Familia, dijo que es una luz en medio de la oscuridad, al difundir las buenas obras que hacen los sacerdotes, sus vidas, donde dan a conocer sus pensamientos, necesidades, actividades, es un medio que ayuda a conocer y hacer llegar buenas noticias a los lectores en tiempos de oscuridad, concluyó el padre Luis Antonio Flota Pereyra.