Interesar al lector a buscar contenido y mensajes que reflejen el sentir, vivir y aceptar la invitación de los obispos a tener un encuentro con Cristo, extender su reino, dar a conocer el Evangelio y regresar a las acciones que dan origen a la Iglesia, es la misión de la pastoral de comunicación.
Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo. – Para caminar juntos este año sinodal, es necesario tener el encuentro con Cristo, con la presencia que suscita el Espíritu Santo a la Iglesia, indicó el padre Marco Antonio Delgado Rodríguez, párroco de la parroquia Corpus Christi en Cancún.
Importante aprender a caminar unidos con personas diferentes al encuentro del Señor, con párrocos, religiosas, laicos comprometidos preocupados en promover intensamente en sus comunidades, las actividades, enseñanza a imitación de San José que nos invita a renovar el amor, trabajar en familia, como núcleo de la sociedad, donde salen sacerdotes comprometidos, políticos, gobernantes con valores y buenas intenciones y evitar la desintegración familiar. El padre Marco Antonio Delgado Rodríguez, nació el 19 de julio de 1960 en Chetumal, Q. Roo., tercero de seis hermanos, sus padres Manuel Delgado Mena y Míniela Rodríguez ambos en gloria del Señor.
Vocación, ordenación, trabajo pastoral
Licenciado en Administración de Empresas, por ochos, ex subdirector administrativo del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (CETS) en Chetumal, tenía novia. En un retiro juvenil en diciembre de 1987, se reencontró con Cristo, lo que le ayudó a discernir y descubrir su vocación con un examen de conciencia y la guía espiritual del padre Miguel Parra Martin (+). Alejado durante su adolescencia de la Iglesia, recuerda que el llamado a la vocación lo sintió entre los 8 o 9 años, gracias a su madre que le inculcó amor, valores, una relación con Dios, rezo del Rosario diario, participar en misa dominical desde muy temprano y agradecer a Dios por los alimentos recibidos.
Mientras su madre aceptó su vocación, su padre comerciante en la zona libre, le fue difícil, sin embargo, explicó que ya como sacerdote, fue su ídolo, porque nada se hacía en casa si no lo autorizaba –el padrecito–. Su padre reflejaba una actitud de convencimiento a la vocación de su hijo, sin demostrar arrepentimiento; en su lecho levantó las manos, y exclamó –hasta que Dios quiera-.
Para septiembre de 1988, por su edad recibió del apoyo de Monseñor Jorge Bernal Vargas para ingresar al seminario de San Ildefonso de Mérida Yuc., donde estudió un año de Curso Introductorio, dos de Filosofía, cuatro de Teología y un año de Pastoral en la parroquia Perpetuo Socorro en José María Morelos, Q. Roo. En febrero de 1996 es ordenado diácono en la Catedral Sagrado Corazón y sacerdote un 27 de diciembre de 1996 en la parroquia de la Santa Cruz en Chetumal, con la imposición de manos, del obispo emérito. Este año cumple 25 años de sacerdocio.
A tan solo unos meses de ser ordenado, recibe la encomienda de ser párroco de las iglesias de Guadalupe en el Ingenio Álvaro Obregón y del Perpetuo Socorro en Chetumal y encargado de la Pastoral Vocacional. Luego de 20 años en la capital, llegó a la parroquia de Corpus Christi en Cancún un 11 de enero de 2018.
Devoción especial y amor a Cristo Eucaristía
Le preocupan las necesidades de la gente, el alto índice delictivo, la pobreza, falta de trabajo y de atención de las autoridades. Por sus problemas económicos muchos buscan salir adelante con un changarro del que son víctimas de extorsiones. Es preocupante la falta de espacios de recreación familiar y parques, llenos de drogadictos, vagos por la falta de vigilancia. Le agrada la participación de los grupos y fieles que acuden a misa con fervor, la cercanía a Dios, en especial a la Eucaristía. Reconoce la labor material y espiritual sembrada por el padre Ramiro Fernández, que dejo una comunidad con una devoción especial y amor a Cristo Eucaristía, reflejada en la mirada cuando se expone el Santísimo y la emoción que les brota del alma, concluyó el padre Marco Antonio Delgado Rodríguez.