Como una oportunidad se presentan los medios digitales para evangelizar, como lo hiciera el “Apóstol de los gentiles”: San Pablo, al utilizar los medios de su tiempo para realizar su labor o “el padre de la comunicación y de la sonrisa afable”: San Francisco de Sales que conquistó protestantes e hizo regresar a miles de personas al catolicismo en tiempos difíciles; dos personajes que motivan salir adelante en la labor misionera de la Pastoral de Comunicación Social y del periódico Sagrada Familia a a través de las redes sociales.
Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo. – Una gratificante bendición del Señor, asumir con responsabilidad, el guiar al pueblo quintanarroense, en una Iglesia Particular con una mejor estructurada, a un año de su elevación canónica, indicó el padre Luis Octavio Jacobo Cortés, rector del Seminario Mayor en Cancún.
Es importante la participación de las parroquias, apostolados, movimientos, del seminario y la Iglesia unida en una Misión que nos toca a todos, en este año sinodal, precisó.
Con la importancia de sumar a todas las comunidades parroquiales, es terminar de construir el Seminario Mayor, con la figura de San José, y descubrir en su imagen de hombre silencioso, lleno de virtudes que, con sus enseñanzas, acompañó, cuidó, guio y formó el corazón de Jesús sacerdote, un santo que hoy acompaña y protege a la Iglesia como un padre protector. El padre Luis Octavio Jacobo Cortés, nació el 15 de abril de 1977 en Guadalajara, Jalisco, tiene un hermano gemelo de ahí que puede ser el cuarto o quinto hijo de siete hermanos, sus padres don Eliseo Jacobo y doña Alicia Cortés.
Vocación, ordenación, trabajo pastoral
En el seno de su familiar se respira la vocación; con dos tías religiosas y dos tíos que fueron sacerdotes; su abuelita envió a sus tíos y a su papá al seminario, con el comentario de su madre, –si Dios, me pide un hijo, como diezmo, se lo doy–. Entre los 5 o 6, surge su vocación, cuando jugaba con sus vecinos a decir misa. Su abuela les preguntaba, que querían ser de grandes y al llegar su turno respondía: ¡sacerdote!, sin saber lo que esto implicaba. Alternó la secundaria con la catequesis que impartía en su parroquia, invitado por el vicario ingresó al Pre Seminario y continuar con la preparatoria a los 15 años. Sin objeción alguna, recibió el apoyo familiar, excepto que su pasión por el folclor, la guitarra, la música sacra, le impedía decidirse por el sacerdocio, por lo que su gemelo iba a tomar clases al seminario.
Estudió un año del Curso Introductorio en Tapalpa, Jal.; en Guadalajara terminó la Filosofía y hasta el tercer año de Teología; trabajó en la Universidad Univa en el Valle de Atemajac, mientras discernía su vocación. Con una semana de misiones en Chetumal, al concluir, Monseñor Jorge Bernal, lo invitó por un año más, por lo que regresó a Jalisco a renunciar a su trabajo, y concluir el cuatrimestre. Luego de un año de servicio en la parroquia del Perpetuo Socorro en Chetumal, regresó a Texcoco a estudiar cuarto Año de Teología en vocaciones adultas. En Cozumel, inter en que se abrió el Seminario Menor en Chetumal en 2005, donde fue Formador y seminarista. Ordenado diacono el 22 de noviembre de 2005. Un 27 de junio de 2006 es ordenado sacerdote en la parroquia del Perpetuo Socorro en Chetumal de manos de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
En medio de la postmodernidad, los jóvenes son llamados por la Providencia
Por cinco años formador del Seminario Menor y dos años en Texcoco como director espiritual de teólogos y prefecto de la Casa. Canciller, Rector y Vicario General por ocho años en Catedral de Cancun, atendía la vida pastoral de 45 apostolados. Desde el 28 de octubre de 2019, Rector del Seminario Mayor en Cancún. Le preocupa, concluir la parte material, y la formación de seminaristas, que tengan conciencia de identidad y pertenencia a la Diócesis, que los futuros sacerdotes estén dispuestos a evangelizar en todo terreno, donde se les asigne. Le agrada ver como la Providencia llama a la juventud a seguir su vocación, como la arcilla en manos del alfarero, los seminaristas se dejan moldear con agrado, aun con la carga de postmodernidad, en un ambiente no tan religioso, los llamados dejan que el Señor moldee sus corazones, subrayó el padre Luis Octavio Jacobo Cortés.