Por Silvia del Valle.

Con el tema de la paz, que tanto necesitamos en nuestros días, y al ver que en mi
ciudad aumenta la violencia y la inseguridad, saqué a conclusión que un elemento
básico para que exista paz es el autocontrol y está en nuestras manos educar a
nuestros hijos para que lo tengan.

Cuando estamos sometidos a un fuerte estrés, comúnmente nos bloqueamos y
hacemos cosas sin pensar, de forma impulsiva, muchas veces violenta y no
tomamos las mejores decisiones.

Esta es una reacción común, pero debemos educar a nuestros hijos para que la
puedan superar lo más pronto posible por medio del autocontrol, así tendrán éxito
en las diferentes situaciones que se les presenten en la vida y estaremos
contribuyendo a construir la paz aquí están mis 5Tips para lograrlo.

PRIMERO. Enséñalos a esperar 
El primer paso para lograr el autocontrol es tener paciencia y saber esperar. 
¿Cuántas veces no nos ha pasado que nos hablan dos hijos al mismo tiempo y
ninguno quiere esperar? 
Podemos educar a nuestros hijos en la paciencia, haciendo que esperen a que se
les de la palabra cuando quieran dar su opinión. 
Con mis hijos hemos llegado al acuerdo de que, si alguno está hablando, los
demás debemos estar en silencio y escuchando y somos papá y mamá los que les
damos la palabra. No creas, esto es difícil y aún seguimos en el proceso. 

SEGUNDO. Ejercita su voluntad 
Cuando no sabemos decir “No”, es común caer en el mismo error dos o más
veces. Es importante saber decir “No” a lo malo, pero también a lo que deseamos
y nos daña. 
Por ejemplo, a mis hijos les hace dañó el chocolate, pero eso no les quita que les
guste mucho. Ellos han aprendido que, aunque se les antoja mucho deben evitar
comerlo. 

Al principio fue muy difícil, pero con el tiempo fueron logrando contenerse y
entender el porqué. 
Sí, ya sé que todo esto suena muy fácil, y seguro están pensando ¿cómo
lograrlo? 
Pues bien, podemos empezar con pequeños ejercicios de virtud, por ejemplo, si
nuestros hijos tienen muchas ganas de comerse un pan, les podemos decir que se
esperen un poquito. Hay que empezar por esperar unos 5 minutos y después de
ese tiempo dejar que se lo coman y hacerles ver que fue un gran reto y que lo
lograron con su fuerza de voluntad. 
Al día siguiente, podemos hacer que esperen un poco más y así cada día, esto les
ayuda mucho al autocontrol. 
Otros ejercicios de voluntad pueden ser esperar su turno en el juego, dejar de
comer su postre para compartirlo con sus hermanos, prestar sus juguetes o
aguantarse de pedir un dulce a la salida de la escuela. 

TERCERO. Que piensen antes de enojarse 
Comúnmente cuando algo no sale como ellos quieren, nuestros hijos se enojan
hasta el grado de hacer berrinche o de contestar agresivamente. 
Debemos educar a nuestros hijos para que piensen antes de enojarse. 
Hace unos años, había una campaña en la televisión que se llamaba «cuenta
hasta diez» y en realidad eso es muy bueno para evitar el enojo. Si respiramos
mientras contamos hasta diez, damos tiempo a que se aclaré la mente y podamos
pensar mejor para reaccionar adecuadamente. 
Cuando mis hijos eran pequeños y comenzaban a hacer berrinche en lugar de
regañarlos los mandaba a la silla de pensar por algunos minutos y les decía que
pensaran por qué estaba mal lo que habían hecho. Al principio, por supuesto que
no lo podían hacer por ellos mismos, así que, al pasar el tiempo, los cargaba y les
hacia la reflexión del porqué estaba mal su forma de actuar. 
Con el tiempo ellos lo fueron logrando por sí mismos. Sólo es cuestión de
práctica. 

CUARTO. Que no busquen pretextos 
Estamos acostumbrados a justificar nuestras faltas, pero es muy importante
afrontar la responsabilidad de nuestros actos y corregir nuestros errores. 
Entre niños es muy común que le echen la culpa al hermano, al amigo, a la
maestra o al perro de los errores que comenten, pero es muy importante ayudarlos
a que se controlen y afronten sus responsabilidades. 

Con mis hijos hemos logrado que digan la verdad y dejen los pretextos, evitando el
miedo y aplicando castigos que reparan la falta, en lugar de lastimar su autoestima
con violencia.  Los pretextos son síntoma claro de miedo y mala comunicación.

QUINTO. Que vean tu ejemplo 
Y lo digo una vez más, nuestro ejemplo es más fuerte que nuestras palabras. 
No podemos pedirles a nuestros hijos que tengan autocontrol si nosotros nos
irritamos por cualquier cosa o nos enojamos tanto que gritamos de todo o si nos
preocupamos hasta el colapso en una situación difícil. 
Nuestros hijos deben ver en nosotros reacciones normales, llanto, enojo, alegría, o
tristeza, pero siempre regidas por el autocontrol, para tomar las decisiones
adecuadas en el momento preciso. 
Auto control no significa no sentir, sino controlar lo que se siente para poder actuar
de la mejor manera. 
Y también aplica en el fumar, beber o ver la tele. Debemos medirnos en todo o por
lo menos intentarlo. Y enseñarles a nuestros hijos que es de humanos no tener
éxito en el intento, pero que es básico seguir intentando.

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