Konaté Hernández
CANCÚN. – Incrementar el amor, fortalecer la fe, defender a la Iglesia, bajo el patronazgo de San José en estos tiempos anticristianos que vive la humanidad, indicó el padre Jesús Ruiz Esparza González, párroco de la iglesia de San José de Cancún.
Una gracia se haya decretado el Año de la Iglesia, después de iniciar el Año jubilar de San José, para ayudar a los fieles estar en sintonía con los sacerdotes y dar frutos en abundancia, precisó.
El padre Jesús Ruiz Esparza González, nació en ciudad de Zacatecas un 11 de abril de 1976, sus padres don Jesús Ruiz Esparza Campos y Altagracia González Montañés, ambos finados. Es el menor de dos hermanos.
Remarcar el patronazgo de San José
Remarcar el patronazgo de San José en la Iglesia Universal, como gran intercesor, aprovechar sus virtudes: como hombre del silencio, padre amoroso, tierno, cariñoso, que en la discreción de sus virtudes logró muchas cosas. Pedir su intercesión para ser prudentes, como dice la oración: “Enséñanos San José a no ser protagonista, avanzar sin pisotear, hacer cosas fenomenales desde un segundo puesto como tú, a ser fiel al Señor, sin enojarse con el cielo”, es un privilegio para la comunidad parroquial tenerlo como santo patrono.
Extraordinaria virtud para crecer en humidad, en un tiempo difícil donde abunda la soberbia, problemas de relaciones humanas, conyugales, juveniles, guerra de sexo por la falta de humanismo. San José ayuda a vivir en castidad, pureza, limpieza, integridad de corazón, para alcanzar la santidad bajo su intercesión. Encomendarse y meditar sus misterios con el Santo Rosario. Es una gracia para que a con su intercesión se construya el Reino, aunque pocas referencias en los Evangelios de San Mateo y San Lucas.
Vocación
Entre los 16 y 17 años ejerció su liderazgo en el movimiento juvenil “Pandillas de la Amistad”, para organizar retiros, con la participación y coordinación diocesana. Al terminar la preparatoria se unió a la Jornada Vocacional a invitación de seminaristas. Con un año en la carrera universitaria de Químico Fármaco Biólogo, sintió la inquietud a la vocación, de ahí que recomendado por los diáconos del Pre–Seminario, estudio el Curso Introductorio y Filosofía en el Seminario Conciliar de la Purísima Concepción en Zacatecas. Mientras los Apóstoles de la Palabra, lo invitaron a hacer un año de misión y continuar sus estudios.
En la Ciudad de México conoció a los Misioneros Teresianos, comunidad que ya no existe, con quienes estudió el Noviciado y cuatro de Teología. Es ordenado sacerdote un 6 de agosto de 2005 (Día de la transfiguración del Señor) de manos de Monseñor Marcelino Hernández Rodríguez, Vicario Episcopal de la Sede. A raíz de su vocación, su padre se unió a la Adoración Nocturna Mexicana, mientras su madre, una mujer piadosa, de oración, sacrificio, de quienes recibió todo el apoyo, oraciones, esfuerzo que les agradece.
Cargos parroquiales
En 2009 llegó a Quintana Roo para hacer un año de misión, asignado por Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, a ocupar la vicaría en Puerto Morelos, donde permaneció cinco años, para ser trasladado a la parroquia de San Joaquín en Bacalar donde estuvo cuatro años. A finales de octubre de 2018, llegó a la parroquia de San José en avenida Chacmol, Región 100, Manzana 52 lote 1 en Cancún. Con las capillas el Señor de la Misericordia y Guadalupe, con misas dominicales a las 11:30 de la mañana y 1 de la tarde respectivamente. Mientras en la parroquia los horarios son de martes a sábado a las 8:00 am y 6:00 pm y domingos 8:00, 10:00 am y 6:00 pm.
Le preocupa que abunden centros de ocultismo, que difunden productos esotéricos que provocan confusión en la gente, al incrementarse de esta peligrosa devoción pagana del culto a la “santa muerte”. Es primordial evangelizar a través de la homilía para erradicar esta cultura que los aleja de Dios. Hay además un promedio de 20 templos de otras denominaciones religiosas. Es necesario trabajar con la pastoral para rescatar a la juventud de la delincuencia. Le agrada que los fieles son muy eucarística, ferviente, buenos, efectivos, serviciales, atentos, preocupados por su iglesia, se confiesan a menudo, llevan vida de piedad.
En tiempos de crisis sanitaria, económica, de valores, es fundamental la misión pastoral de comunicación que difunda, información catequética de enseñanza, con pequeños y sustanciosos mensajes que siembre en los fieles una fe sólida y consistente, subrayó el padre Jesús Ruiz Esparza González.