Konaté Hernández
CANCÚN. – Sentir la cercanía, confianza en Jesús, dejar que fluya su amistad sin temor a lo complicado de este tiempo, es importante experimentar el amor de Dios, recomendó el padre Alfonso Granados Fuentes, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes de Cancún.
Fundamental tener fe, confiar, en Dios, a pesar de la angustia, temor, muerte, causado por el Sars CoV–2, que provoca la Covid–19, precisó.
El padre Alfonso Granados Fuentes, sugirió a la comunidad que siente nostalgia, por no poder abrazarse, que experimente la fe, confianza en Dios, que ponga a Cristo en el centro del corazón, dejar fluir su amor. Es el menor de cuatro hermanos del matrimonio formado por don Rafael Granados Gahona y doña Margarita Fuentes González, nació en la Ciudad de México el 29 de diciembre de 1966.
LICENCIADO EN INFORMÁTICA CON VOCACIÓN RELIGIOSA
Al cuestionarse –¿Qué onda con Dios? –, y empezar a asistir a las asambleas de alabanza, tomar cursos, el kerigma, visitar a los enfermos con los jóvenes. Sentir que Dios quería algo más de él, aun cuando proviene de una familia tradicional católica, reconoció que no tenía conocimiento del Señor.
Todo empezó cuando estudiaba la Licenciatura en Informática en el Instituto Tecnológico de Cancún, al asistir a un congreso de Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo en el entonces lienzo Charro, un 3 de noviembre de 1993, después de que rehusar cientos de veces la invitación que le hiciera un amigo.
Su primera experiencia fue interesante, aunque se sintió incomodó ver a la gente brincar, cantar y bailar, como decía el canto en ese momento –somos los locos de la ciudad–, lo que le hizo pensar que de verdad estaban locos, por lo que aguantó una alabanza más y retirarse. Para sorpresa suya, algo en su interior le pedía regresar, y al hacerlo encontrar el momento que le gustó, estar en una Hora Santa. Con el Santísimo Expuesto a lo largo del Congreso, lo invitaron a quedarse y hacer oración con los jóvenes.
Al manifestar su deseo a sus padres, surgió la objeción, que no asimilaron la nueva experiencia que vivía, cuando se le cuestionó –¿de dónde te salió la vocación, si no somos religiosos? –. Por aquellos años su madre padecía una complicada enfermedad, sus hermanos le decían, –¿Cómo es que tú, quieres irte al seminario, cuando necesitas estar aquí? – . Su madre, le decía –yo quiero que tú, ¿te cases como tus hermanos? –, pero, él respondía: –sé que eso es lo que tú quieres, pero yo no quiero eso, sino esto–, su padre dijo –bueno tú, ya eres mayor de edad, eres independiente, respeto lo que tú decidas–. Era obvio que no estaban convencidos, sin embargo, después de un largo proceso, hoy es felicidad.
ORDENACIÓN Y DESARROLLO PASTORAL
Tras un largo periodo a los 29 años, ingresó al seminario; recibió ayuda en su proceso del promotor vocacional de los Misioneros San Carlos. Tuvo la experiencia de ir por un mes a misionar a la Ciudad de Guatemala. Estudio tres años de filosofía en el Pre–Seminario de Guadalajara, cuatro de teología en la Universidad Intercontinental de la Ciudad de México. Por obra del Señor, estudió un postulado en “Estudio para Formadores”. Es ordenado sacerdote el 19 de marzo del 2011 en la parroquia San José del Mar en Cozumel de manos de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
Vicario por un año tres meses en Cozumel; seis años en la iglesia Inmaculada Concepción de Kantunilkin. En octubre de 2018, llegó a la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en calle 60 entre 41 y 43, Supermanzana 76, manzana 25, lotes del 16 al 20 en Cancún. Horarios de misa de lunes a sábado a las 8 de la mañana y 7 de la noche, dominicales a las 8 de la mañana y 7 de la noche. Atiende las capillas de Santa Cecilia, María Auxiliadora, La Lupita y San Juan Bosco. Una población cerca de 14 mil 200 habitantes, y una participación de poco mas de 300 fieles en misa, la afluencia bajo un 80 por ciento por el confinamiento sanitario. Tras la apertura el aforo es del 30 por ciento. Sin embargo apenas 10, 15 personas, de su capacidad de poco más de 150 fieles, debido a que mucha gente sigue las misas a través de las transmisiones en vivo, desde sus aparatos móviles, de ahí que compactó los horarios de misas presenciales.
Le preocupa la falta de compromiso de algunos fieles que solo cumplen con los eventos, sin dar importancia a los Sacramentos, ni a la formación de su deseo de acercarse a Dios, por lo que es importante motivar la participar en actividades litúrgicas, inculcar en los niños el conocimiento de recibir la Sagrada Eucaristía con amor, experimentar a Jesús vivo, cercano, amigo en momentos de oscuridad, sequedad. Le agrada ver, sentir, palpar la calidez el fervor, cercanía, obediencia, laboriosidad, respeto al sacerdote, es una delicia sentirse amado, respetado, por la comunidad, concluyó el padre Alfonso Granados Fuentes.