El Papa recibe a los participantes en la conferencia organizada por el Observatorio Astronómico Vaticano, titulada «Agujeros negros, ondas gravitacionales y singularidades espacio-temporales» y destaca la teoría del cosmólogo George Lemaître que recogía que «la creación y big-bang son dos realidades distintas» y que el Señor no es fácilmente categorizable por la razón humana, sino que es el «Dios oculto».
Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano

El camino de fe de monseñor George Lemaître, sacerdote y cosmólogo belga, «lo llevó a la conciencia de que creación y Big-bang son dos realidades distintas, y que el Dios en el que creía no puede ser un objeto fácilmente categorizable por la razón humana, sino que es el ‘Dios escondido’, que permanece siempre en una dimensión de misterio, no totalmente comprensible». El Papa Francisco ha reafimado esta mañana el corazón del camino espiritual y de la investigación científica del científico fallecido en 1966, durante su audiencia con los participantes en el segundo congreso del Observatorio Astronómico Vaticano en memoria de Lemaître titulado «Agujeros negros, ondas gravitacionales y singularidades espacio-temporales», que se desarrollará hasta el 21 de junio en el observatorio astronómico de Albano Laziale.

Ciencia y fe unidas en la caridad hacia el hombre
En su discurso, el Papa anima al director de la Specola, el hermano Guy Consolmagno, a los demás científicos de la comunidad y a los participantes en la conferencia a ir «a las periferias del conocimiento humano», donde «podemos experimentar a Dios Amor, que sacia y apaga la sed de nuestro corazón». De hecho, subrayó que entre ciencia y fe «no hay conflicto», sino que «pueden unirse en la caridad» si «la ciencia se pone al servicio de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, y no se distorsiona en su detrimento».

La Iglesia promueve la investigación sobre el inicio del universo
Francisco recuerda que desde 2018 el valor científico del sacerdote y cosmólogo «ha sido reconocido aún más por la Unión Astronómica Internacional», que ha decidido que la conocida ley de Hubble, que describe la velocidad de expansión del universo, debería llamarse más correctamente ley de Hubble-Lemaître. Refiriéndose al programa de la conferencia, recordó el debate en curso sobre las últimas cuestiones planteadas por la investigación científica en cosmología: «los diferentes resultados obtenidos en la medición de la constante de Hubble, la naturaleza enigmática de las singularidades cosmológicas (del Big-bang a los agujeros negros) y el tema de gran actualidad de las ondas gravitacionales».

«La Iglesia está atenta a estas investigaciones y las promueve, porque sacuden la sensibilidad y la inteligencia de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. El comienzo del universo, su evolución última, la estructura profunda del espacio y del tiempo enfrentan al ser humano a una frenética búsqueda de sentido, en un vasto escenario en el que corre el riesgo de perderse.»

Lemaître, sacerdote modelo y cosmólogo
El Pontífice, recordando las palabras del Salmo 8 sobre el hijo del hombre «hecho poco menos que un dios, con gloria y honor lo has coronado», reitera que estos temas tienen «una relevancia particular para la teología, la filosofía, la ciencia y también para la vida espiritual». A continuación, subraya que el itinerario humano y espiritual de George Lemaître «representa un modelo de vida del que todos podemos aprender». Recuerda sus estudios de ingeniería y su participación en la Primera Guerra Mundial, seguidos, ya adulto, de su vocación sacerdotal y científica.

Creación y big-bang son dos realidades distintas
Al principio es «concordista», es decir, cree que las verdades científicas están depositadas en la Sagrada Escritura, pero luego comprende «que la ciencia y la fe siguen dos caminos distintos y paralelos, entre los que no hay conflicto». Al contrario, pueden armonizarse, «porque tanto la ciencia como la fe, para un creyente, tienen la misma matriz en la Verdad absoluta de Dios».

«Su camino de fe le lleva a comprender que la creación y el Big-bang son dos realidades distintas, y que el Dios en el que cree no puede ser un objeto fácilmente categorizable por la razón humana, sino que es el «Dios oculto», que permanece siempre en una dimensión de misterio, no totalmente comprensible».

Progresar en la búsqueda de la Verdad, emanación de la Caridad
El Papa Francisco, para concluir, desea a los participantes en la conferencia que «la libertad y la falta de condicionamientos» que están experimentando en el trabajo que realizan les ayude «a progresar en vuestros campos hacia la Verdad, que es ciertamente una emanación de la Caridad de Dios».

«Fe y ciencia pueden unirse en la caridad si la ciencia se pone al servicio de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, y no se distorsiona en su perjuicio o incluso en su destrucción. Os animo a ir a las periferias del conocimiento humano: es ahí donde podemos experimentar a Dios Amor, que sacia y apaga la sed de nuestros corazones».

https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2024-06/papa-la-ciencia-servicio-del-hombre-no-destruccion-observatorio.html

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Contenido Protegido