Ciudad de México.- La familia, por su función procreativa y por sus valiosas funciones en pro del bienestar de cada uno de sus miembros, es un bien público que debe ser protegido por la sociedad y por el Estado.
La sociedad, y de modo particular el Estado y las Organizaciones Internacionales, deben proteger la familia con medidas de carácter político, económico, social y jurídico, que contribuyan a consolidar la unidad y la estabilidad de la familia para que pueda cumplir de forma adecuada su función específica.
Ya que la familia es un asunto público, es necesario afanarnos para que se incluya la “perspectiva de familia” en la definición y operación de las políticas públicas que desarrollan los gobiernos democráticos.
Una política pública con perspectiva de familia es un conjunto de medidas o instrumentos de la Política Pública Social que, de una manera articulada, global, transversal e integral, están encaminadas a reconocer, apoyar, proteger y promocionar a la familia y sus tareas insustituibles que lleva a cabo.
Una política pública con perspectiva de familia es aquella que promueve el bienestar familiar, lo que implica el reforzamiento de esta institución primaria y básica, la promoción del desarrollo integral y equitativo de sus miembros, y la satisfacción de sus necesidades fundamentales.
Esta perspectiva de familia debería de tener dos grandes estrategias de trabajo: una de carácter subsidiario, otra de tipo educativo y preventivo.
En la estrategia subsidiaria, todas las familias, cualquiera que sea su situación o su tipo organizativo, tienen derecho a ser protegidas en sus necesidades fundamentales por las instituciones públicas de la sociedad. Sólo ahí donde la familia no es autosuficiente, el estado tiene la facultad y el deber de intervenir.
En la estrategia educativa y preventiva se debería conseguir que las nuevas generaciones tengan mejores experiencias de pareja y de familia, de modo tal que aminoren la probabilidad de ser afectadas por problemas de violencia, que prosperen en sus opciones de salud física y mental, etc.
Algunos objetivos de las políticas públicas con perspectiva familiar son:
• Reconocer, respetar y promover los derechos de la familia.
• Promocionar el pensamiento favorable a la familia.
• Promocionar al matrimonio y a la familia como institución.
• Favorecer toda acción que coadyuve a la integración de la familia.
• Reconocer el derecho de los padres sobre la educación de sus hijos y apoyarlos.
• Atender las principales necesidades de las familias: la vivienda, el salario suficiente para mantener a la familia y vivir dignamente, la conciliación de la vida laboral y familiar, la estabilidad conyugal, los problemas de violencia intrafamiliar, el cuidado y la manutención de los hijos, que tengan acceso a servicios de calidad en salud y educación, etc.
• Mediación familiar para promover la estabilidad y cohesión familiares.
• Proteger y apoyar la maternidad con prestaciones directas y fiscales a las mujeres embarazadas y a las madres.
• Apoyo a familias numerosas. Mientras más hijos, menos impuestos.
• Garantizar a las familias paz y seguridad pública.
• Estimular la Participación Social de las familias. Deben crecer en la conciencia de ser protagonistas y asumir la responsabilidad de transformar la sociedad. Frente Nacional por la Familia. Minuto de formación IG# 46