Konaté Hernández
Cancún. Quintana Roo. – Padres e hijos deben profundizar en los problemas vividos en el seno del hogar y buscar resolverlos en la unidad y el vínculo familiar.
La recomendación en la Solemnidad de la festividad litúrgica de la Sagrada Familia, es que haya reciprocidad mutua para ayudarse entre los integrantes de la familia.
La Iglesia convoca e invita a la comunidad a mirar a Jesús, María y José como reflejo de la Santísima Trinidad y modelo a seguir de la Sagrada Familia. “La Familia que reza unida, permanece unida”, recomendada San Juan Pablo II, a rezar el Santo Rosario en familia.
Abrirse a la Palabra de Dios, a la escucha, sin olvidar la importancia de la oración para fortalecer la unidad entre padres e hijos; de ahí que la vida en familia, debe ser signo de diálogo entre Dios y el hombre y no quedar reducida a problemas en pareja ni hacer a un lado los valores trascendentales.
Con amor eterno, infinito e intratinitario
Luego de manifestar su fe, por algunas arterias de las súper manzanas 30 y 31, la comunidad parroquial de la iglesia Sagrada Familia, arribó a la Catedral Santísima Trinidad y de la Santa Cruz, para disponerse participar de la Solemnidad de la Sagrada Familia oficiada por Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
La preponderancia de la familia en la vida de todo ser humano, tan importante como reconocer al Hijo de Dios que es la Palabra eterna que, encarnada se sometió a nacer como niño, vivir, crecer, sujetarse y obedecer a sus padres en familia, cuya estructura enseña al hombre que Dios no está solo, si no familia, Padre, Hijo y Espíritu Santo: efluvio de amor eterno e infinito, Intratinitario, entre las Tres Divinas Personas. Dios es amor, por eso es familia porque el amor de los tres es infinito, eterno, inentiligible, misterioso y real, indicó.
Es pues, la Iglesia una familia, porque sus miembros, hijos de Dios, y aquellos que lo reciben son llamados hijos amados del Padre, de ahí que la Iglesia es la familia divina, donde se encuentra María Santísima Nuestra Madre, el Santo Espíritu, los santos, ángeles, los hermanos en Cristo e hijos de los mismos padres. La familia es la Iglesia doméstica con padres e hijos llamados a practicar, enseñar las virtudes, valores, y seguir el modelo a ejemplo de la Sagrada Familia, concluyó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.