Todas aquellas producciones que tienen como fin especifico rendir culto a lo sagrado y a lo divino se consideradas obras artísticas, y son parte del Arte Sacro. La calidad, representación y materiales, utilizados ayudan a acercarse más Dios. En tanto que el arte religioso son obras que tienen alguna representación de determinada religión como las cristianas, islámicas, budistas, hinduistas, incluso paganas, en el sentido de que son representaciones de las diversas deidades. Además de que las obras del Arte Religioso se fabrican en línea, mientras que el Arte Sacro son obras únicas, lo que les da un mayor valor histórico. 

El icono es una representación gráfica que representa un elemento, mientras que la importancia del símbolo es que representa una imagen. El artista debe ser consciente del símbolo del Arte Sacro, y que no una representación personal, artística, sino que obedece a algo grande, que es dar culto, por lo que se debe tener una formación religiosa, conocer la historia del arte sacro, tener el acompañamiento de la Iglesia, que cuenta con el 80 por ciento de las piezas de valor artístico en parroquias, catedrales de Arte Sacro en el mundo.  

Durante las primeras persecuciones cristianas, se empezaron a dar las primeras representaciones de este tipo de arte. En ese tiempo no había artistas conversos, solo gente sin ninguna preparación, además de darse en las catacumbas. Con símbolos identificables, como un crismón una Χ (ji) y Ρ (rho), las dos primeras del nombre de Cristo en griego: Χριστός (Khristós -«el ungido»-), representaban a Jesús, incluso como un pelicano, pez, con diversas formas. Después de la persecución, tras el Edicto de Milán es cuando se permite la participación de más personas, artistas y profesionales, que empezaron por hacer realizar este tipo de arte, principalmente en la Edad Media, Edad Clásica, el Barroco, al surgir grandes artistas como Miguel Angel Buonarroti, Leonardo Da Vinci. 

En México se encuentra la escuela de Fray Gabriel Chávez de la Mora, un arquitecto egresado de la Universidad de Guadalajara, además de sacerdote benedictino. Es el mayor representante de Arte Sacro en el país, con una formación, de las obra de la iglesia. Además de dedicarse a la fabricación de mobiliario, pintura, vitrales, vasos litúrgicos, diseña ajuar litúrgico. Recomendó a las personas que se deseen conocer más sobre este arte tomar en cuenta, está sugerencia. Recordó que precisamente hace un mes, recibió el premio nacional de arquitectura, por su participación en el diseño de la Basílica de Guadalupe. Es uno de los grandes ponentes de la arquitectura religiosa, sobre todo de imágenes. Muchos de los misales antiguos, tenían pinturas que son obras de él, incluso las letras utilizadas en la Diócesis Cancún Chetumal y los reportes que se hacen por parte de la Iglesia, utilizan está tipografía. 

Liturgia y Arquitectura son complementarias 

Los artistas dedicados al Arte Sacro al tener una formación integral, tienen conocimiento de liturgia, reciben la orientación y apoyo de los sacerdotes en el sentido arquitectónico, labor que se complementa con la formación litúrgica de los sacerdotes a quienes a su vez les falta el acompañamiento arquitectónico, por lo que ambas van de la mano, para cumplimentarse. 

El Arte Sacro contempla el arte inmueble y el arte mueble. El primero son edificios, cosas que no se mueven, como la Iglesia, los espacios litúrgicos, las iglesias antiguas, las que se tengan que construir hoy en día, desde luego con una estética necesaria para poder convertirse en arte sacro y la parte del mueble son pinturas, esculturas, vasos litúrgicos, ajuares, documentos, son parte de este arte. Como Diócesis joven se debe de cuidar lo que después será parte del patrimonio, concluyó Gerardo Anaya Torres director técnico y secretario de la Dimensión de Bienes Eclesiásticos y Arte Sacro (Dibeas) en Quintana Roo. 

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