«El cristiano experimenta y vive una paradoja. Siente alegría en el dolor, plenitud en el exilio, luz en la oscuridad, paz en la turbación, consuelo en la sequedad, contento en el sufrimiento y esperanza en la desolación».
¡Estamos tan agradecidos por la Madre Angélica!
Tenía una manera hermosa de expresarse, tanto en televisión como en sus escritos.
La Madre Angélica indicó una vez:
«El cristiano experimenta y vive una paradoja. Siente alegría en el dolor, plenitud en el exilio, luz en la oscuridad, paz en la turbación, consuelo en la sequedad, contento en el sufrimiento y esperanza en la desolación».
La conmovedora oración que compartimos a continuación es un extracto del mini-libro de la Madre Angélica, Ad Lib with the Lord. Es especialmente útil cuando enfrentamos días malos.
A través de la gracia de Dios, puede brindarnos el consuelo y la paz de los que ella hablaba.
Oración de la Madre Angélica en tiempos de desánimo
Oh Dios, mi mente gira en un torbellino de confusión y mi alma parece despojada de todo consuelo. Es como si todo el mundo y toda mi vida se comprimieran en un solo momento, y yo cargara con el peso de todo ello. No puedo ver ningún futuro, excepto que el mañana sea otro hoy.
Todos mis ayeres me rodean, algunos acusándome y otros llenos de arrepentimiento. Es como una prisión con mil voces clamando por atención.
Divino Carcelero, Tú tienes la llave para liberar mi alma de la prisión del desánimo. Abre las puertas y déjame caminar libremente por las regiones de Tu amor. Líbrame de la tiranía de mi propia voluntad.
Seguramente no te complace que mi alma esté inquieta dentro de mí, que esté envuelta en mí misma. Te oigo susurrar: «Abre la puerta porque la llave está dentro. Espero listo para entrar y consolarte».
¡Jesús, en Ti confío!
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