Konaté Hernández

Cancún, Quintana Roo.– Que haya paz en el mundo, es la principal temática de la Misericordia del Señor, fue el mensaje que dejara Santa Faustina indicó el padre Mario González Suárez, rector de la Catedral de la Santa Cruz y Santísima Trinidad, en Cancún.

El día de la Misericordia fue instituido por San Juan Pablo II, para tener un corazón esté tranquilo, en el que la fe aumente y se manifieste la Misericordia de Dios, como dice Nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio.

No hay Misericordia, cuando no se practica el perdón, generosidad en compartir, sobre todo mirarse en una sola perspectiva. No debe de haber situaciones en las que a la discriminación, desintegración o racismo ocasionan la convivencia pacífica e impiden vivir la paz, para que sea compartida en nuestro entorno.

Tres veces repitió Cristo “La paz esté con nosotros”, y vivir la pascua con su resurrección. En referencia al mensaje de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos invitan, motivar a la gente a participar de la contienda, en busca de la paz, defensa de la justicia, instituciones, democracia y libertad de todos los ciudadanos. Los obispos de la Provincia y la CEM, propusieron una oración, que, se hará en todas las Misas, para pedir por el proceso electoral. Conocer las propuestas de los candidatos presidenciales en torno a la temática salud, educación, corrupción, transparencia, no discriminación, grupos vulnerables, violencia de género, es importante, continuó.

Es deber escuchar y conocer las propuestas, desarrolladas en el Primer Debate Presidencial. Una vida coherente en el testimonio puede dar propuestas acordes, y tener una perspectiva e idea clara, de lo que se quiere para el país, para la gente, niños, jóvenes, adultos mayores y reconstruir el tejido social, en defensa de la vida, la familia, respeto a la libertad.

Los obispos han dicho “vamos a abrir nuestros oídos, para escuchar la voz de Dios, ¿Qué es lo que quiere para el país?, estar atentos, y de una u otra forma discernir, en materia de fe, pedir a Dios, que la libertad y la democracia se viva en el país”. México es un pueblo de fe, lleno de muchas tradiciones, cultura. Qué mejor que los obispos, pongan en manos de Dios, nuestro futuro, pedir a María Santísima de Guadalupe que interceda por nosotros, para que todo sea en paz. Son muchos los asesinatos y situaciones de miedo.

Por otro lado, votar en conciencia, es en sentido colectivo, es decir en beneficio de otros, como de las comunidades que sufren, vulnerables, y eso debe pesar en el electorado. La conciencia implica la moral que se tenga para ejercer el voto. Esa parte de la conciencia que, la Iglesia pide hacer las cosas. Es Dios que nos pide toda una variedad de virtudes, sobre lo que sabemos y vivimos al interior de la Iglesia, recalcó.

Respecto a los candidatos sin registro, hay muchas estrategias para dividir el voto, colapsar la democracia, pudiendo haber dos, tres propuestas. Pero a veces se plurifica y la pluralidad, difumina el voto. La Iglesia dice que si el interés es común y el bien común es según la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), de acuerdo al principio de Subsidiariedad y Solidaridad, para que se dé la justicia, para que México se una y no se divida. No hay identidad en el país, porque históricamente muchas cosas nos difuminan y espera no sea la realidad del país.

La DSI, de la Iglesia promueve el respeto, y evita la división al interior de las familias, sin embargo causa tristeza la polarización en la casa, dividiéndose en colores provocados por división. La fe debe de ser factor de unidad. La paz que Jesucristo nos pide, es una paz que enriquece, no podemos contradecirnos, papá contra mamá, hijos contra padres, etc. La política no es para dividir a las familias, sino para crecer, la política es para desarrollarse, para tener un crecimiento no solo en el sentido social, sino en el sentido humano, personal, y en todas las áreas promovidos por la política a través de las instituciones. El llamado es hacer que la política sea para la caridad, generosa, que no se pierda en el seno del hogar, sino que sea para construir familias que respeten y busquen un bien común, concluyó el padre Mario González Suárez.

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