Por Carlos Esteban
La enfermedad ha impedido a Francisco ir a la cumbre del clima que se celebra en Dubai, pero ha enviado al secretario de Estado, Pietro Parolin, que transmitirá el mensaje del Papa urgiendo a una audaz solución de la crisis climática.
Parolin va a Dubai con la cartilla aprendida, a transmitir un mensaje de urgencia que comparte con Vatican News. El Papa explica que «con el paso del tiempo… no reaccionamos suficientemente, ya que el mundo que nos acoge se está desmoronando y quizás se acerca a un punto de ruptura». No sólo los estudios científicos ponen de manifiesto los graves impactos del cambio climático producido por el comportamiento antrópico, sino que ya es cotidiano asistir en todo el mundo a fenómenos naturales extremos que afectan gravemente a la calidad de vida de gran parte de la población humana y, en particular, al componente más vulnerable a la crisis climática que ha sido el menos responsable en provocarla”.
“Esta Convención puede ser un punto de inflexión, que muestre que todo lo que se ha hecho desde 1992 iba en serio y valió la pena, o será una gran decepción y pondrá en riesgo lo bueno que se haya podido lograr hasta ahora» (n. 54)”, asegura Parolin.
De hecho, la esperanza es que la Conferencia de las Partes de la Organización de las Naciones Unidas COP28 ONU pueda dar indicaciones claras para favorecer esta aceleración. Una transición energética que puede declinarse de varias maneras, empezando por la reducción gradual y rápida de los combustibles fósiles mediante un mayor uso de las energías renovables y la eficiencia energética, así como mediante un mayor compromiso con la educación para la ecología integral.