Ciudad de México.— La familia es el ámbito natural donde se trasmite, cuida y valora la vida de cada ser humano. Vivir en familia es enseñar la vida como una vocación al amor. Es un espacio donde se practica la donación y donde se aprende a conjugar el verbo “compartir”.
Es el hogar donde se suscitan los verdaderos valores que liberan al ser humano y que le dan sentido a su existencia; es donde se desarrolla la interioridad de la persona. Es el lugar donde se encuentran diferentes generaciones y donde se ayudan mutuamente a crecer en la solidaridad y en el compromiso. Es sembrar contra el individualismo y la soledad crónica que vive el ser humano en nuestros días; es el espacio más propio de encuentro y comunión para la persona. Es la escuela para el amor y para la libertad.
La educación es un acto de amor. Cada hijo llegará a ser lo que la mirada amorosa de sus padres sepa descubrir en aquel a quien quieren.
Pero, no basta la buena intención de los padres, hay que prepararse seriamente y de manera continua. Para educar a nuestros hijos para el amor es necesario:
1)• Presencia de los padres.
2)• Muestras de afecto y cariño.
3)• Clima de confianza.
4)• Generosidad y servicio.
5)• Dar ejemplo.
6)• Autoridad educativa. Exigencia y firmeza.
7)• Comunicación y comprensión.
8)• Saber luchar por los que amas.
9)• Contrarrestar la manipulación y las malas influencias. Influyen en la conducta de los niños, jóvenes y adultos: películas, música, TV, Internet, redes sociales, los amigos, la sociedad, la escuela, la Iglesia, etc.
10)• Presentan modelos y bienes atractivos que los hagan querer ser así, vivir así, actuar así. Frente Nacional por la Familia. Minuto de formación F# 41