Ciudad de México.— Eutanasia y “muerte digna”. Matar “por compasión”.La eutanasia, entendida como el acto deliberado de acabar con la vida de otra persona “para ahorrarle sufrimientos”, sea a petición propia o por decisión de un tercero, es ética y moralmente inaceptable.

La eutanasia es por sí misma un abuso que daña la dignidad de la vida. La dignidad es inherente a toda vida humana y conlleva el derecho irrenunciable de todos a la vida, siendo deber inexcusable del Estado el protegerla y cuidarla, incluso cuando la persona, su titular, parezca no darle valor.

No es correcto decir que es ético promover la ‘buena muerte’, o la ‘muerte digna’. Lo ético es defender la vida.

La vida humana no tiene valor porque tiene calidad, sino que tiene calidad porque es vida humana.Toda vida, sin restricción alguna, por ser vida personal, es digna.

Toda vida, sin restricción alguna, por ser vida personal, es digna.

Hay que defender la ortotanasia (la muerte correcta, la muerte a su tiempo) y hay que favorecer los cuidados paliativos, es decir, toda una atención integral (médica, psicológica y espiritual) que acompaña los momentos finales de la vida.

No se trata de ‘muerte digna’, sino de vivir dignamente hasta el final. Frente Nacional por la Familia.

Minuto de formación V# 47

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