El turismo religioso como destino ha existido desde la antigüedad. Sin embargo, los turistas religiosos solían viajar de forma independiente, sin la ayuda de ninguna organización turística. Su objetivo era visitar templos, catedrales, monasterios y lugares de preservación de reliquias sagradas. 

La primera mención del turismo religioso se remonta a la antigüedad, cuando los antiguos griegos visitaron el Delfos. Más tarde se menciona el turismo de peregrinación en la Edad Media, cuando las Cruzadas ganaron especial importancia. En particular, bajo la guía religiosa se escondían las operaciones militares contra un estado en particular, por lo que los viajes religiosos en esa época han adquirido un significado político especial. 

En la segunda mitad del siglo XIX el turismo religioso comenzó a adquirir un carácter organizado. Por ejemplo, en Francia había viajes anuales para expiar los pecados. 

· La dirección del tour. La dirección de la visita se determina en base a la fe que tenga el turista o el lugar específico que deba visitar. Por lo tanto, los operadores turísticos y los agentes de viajes deben estar bien orientados en las direcciones disponibles y ser capaces de ofrecer al turista el producto adecuado. 

· La ruta turística. El itinerario del turista debe estar configurado de tal manera que no se hieran los sentimientos religiosos del turista, de modo que se excluyan las visitas a lugares que puedan ser desagradables para el turista. 

Los medios de transporte. En muchos países, el movimiento por los lugares sagrados se lleva a cabo mediante diversos tipos de transporte terrestre, la mayoría de las veces en autobús, ya que permite no sólo conocer los monumentos religiosos, sino también ver la vida cotidiana y el modo de vida de las personas que allí viven, además de conocer los atractivos naturales. 

· Designación de reglas turísticas. El turismo religioso, como ningún otro, requiere normas estrictas. La gente puede incluso ofender descuidadamente los sentimientos de los creyentes, por lo que es necesario conocer las reglas de conducta no sólo en el templo, sino también en otros lugares sagrados. De lo contrario, las consecuencias pueden ser deplorables, hasta el encarcelamiento, especialmente en el extranjero. Para evitar problemas a los turistas, es necesario explicarles las normas de conducta en un sitio determinado. Además, es necesario estipular la forma de vestir, por ejemplo, hay lugares donde es necesario poner un pañuelo sobre la cabeza, está prohibido exponer ciertas partes del cuerpo, etc. Es necesario recordar que tienen un poco de tiempo libre, y no se puede pasar en constantes discusiones con los viajeros. Cuando se vaya a un tour religioso, los turistas también deben recordar que el turismo religioso no es un medio de entretenimiento y diversión. Es ante todo una oportunidad para cambiar la visión del mundo, para aprender cosas nuevas, y para dejar ir las emociones y las experiencias negativas. 

HAGAMOS DEL TURISMO RELIGIOSO POR LA GRACIA Y BENDICIÓN DE DIOS, LA MULTIPLICACIÓN DE LA VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE, ¨PATRONA DE CUBA¨ COMO MOTIVACIÓN FUNDAMENTAL DE FE, PARA PURIFICAR LAS ALMAS, ENCONTRAR LA PAZ, EL EQUILIBRIO INTERIOR Y EXPIAR LOS PECADOS., TOMANDO LA 𝗝𝗢𝗥𝗡𝗔𝗗𝗔 𝗠𝗨𝗡𝗗𝗜𝗔𝗟 𝗗𝗘 𝗟𝗔𝗦 𝗖𝗢𝗠𝗨𝗡𝗜𝗖𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗦𝗢𝗖𝗜𝗔𝗟𝗘𝗦 2023: “Hablando con el Corazón”

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