Acaba de terminar el X Encuentro Mundial de las Familias con el tema: “El amor
familiar: vocación y camino de santidad» y el Papa francisco nos ha regalado estos
5 pasos que él propone para llegar a santidad.
Considero que es necesario conocerlos, estudiarlos y tratar de llevarlos a nuestra
vida familiar por eso hoy te quiero proponer 5Tips para lograr aterrizar cada uno
de estos pasos.
PRIMERO. “Un paso más” hacia el matrimonio.
El Papa nos dice: ¡la vida familiar no es una misión imposible! Con la gracia del
Sacramento, Dios la convierte en un viaje maravilloso para emprender con Él,
nunca solos”.
Si lo queremos hacer vida y llevarlo a la práctica debemos hacer que nuestra vida
familiar sea una misión posible, es decir, un caminar juntos.
Si nuestra familia va comenzando debemos estar dispuestos a emprender y
construir juntos, de la mano, una familia que le de gloria a Dios y que esté
dispuesta a hacer Su Voluntad.
Y si nuestra familia ya lleva camino recorrido, nunca es tarde para hacer un alto y
revisar cómo vamos en esto del caminar juntos y en hacer la Voluntad de Dios y
después, hacer las correcciones necesarias, dejar cosas, adaptar otras e
implementar cosas para hacer que nuestra familia camine siempre conforme a lo
que Dios quiere para nosotros.
SEGUNDO. “Un paso más” para abrazar la cruz.
El Santo Padre reconoció que la cruz “forma parte de la vida de cada persona y de
cada familia”
Para llevar esto a la práctica es necesario aprender a ofrecer a Dios nuestra vida
cotidiana, con sus cosas lindas y sus sufrimientos y dolores.
La vida está llena de sinsabores que pueden ser muy bien aprovechados si los
ofrecemos a Dios como meritorios para ayudar a interceder por las necesidades
de nuestra familia.
También debemos educar a nuestros hijos para que desde pequeños se
acostumbren a ofrecer sus actos y así después lo vean como lo más normal, es
decir, se vuelva un estilo de vida.
TERCERO. “Un paso más” hacia el perdón.
“El perdón cura todas las heridas, es un don que brota de la gracia con la que
Cristo colma a la pareja y a toda la familia cuando lo dejamos actuar, cuando
recurrimos a Él”, resaltó el Papa Francisco.
Es por esto que nosotros debemos educar a nuestros hijos para que sepan
perdonar y otorgar el perdón de corazón.
El perdón es un proceso y que la mejor forma de comenzar con él es de la mano
de Dios. Siempre es Dios quien da la gracia para poder perdonar al que nos
ofende, solo así lograremos perdonar de corazón.
Nosotros podemos colaborar para que nuestros hijos aprendan a perdonar con
nuestro ejemplo. En casa debemos estar dispuestos a perdonar y a tener la
humildad de pedir perdón cuando nos equivocamos. Solo así se volverá un estilo
de vida familiar.
CUARTO. “Un paso más” hacia la acogida.
El Papa Francisco subrayó cómo la acogida es una “bendición del cielo” y dijo que
“En la familia se vive una dinámica de acogida, porque sobre todo los esposos se
han acogido el uno al otro, como se lo dijeron mutuamente el día del matrimonio:
‘Yo te recibo a ti’. Y después, trayendo hijos al mundo, han acogido la vida de
nuevas criaturas”.
Nosotros podemos vivir la acogida en el día a día.
Acogiendo lo que va sucediendo con nuestros hijos, lo que va sucediendo en el
trabajo o en la casa con Alegría.
Acoger significa hacer propio y darle cabida en nuestro corazón. Y desde ahí,
tratar de encausarlo para que busque siempre hacer la voluntad de Dios.
Pero sobre todo debemos acoger a Dios en nuestro corazón para que sea el
centro de nuestra vida y la fe nuestra familia.
Y QUINTO. “Un paso más” hacia la fraternidad.
El Papa dijo que la fraternidad “es una escuela que se aprende en familia” porque
“viviendo junto al que es diferente a mí, en la familia se aprende a ser hermanos y
hermanas. Se aprende a superar divisiones, prejuicios, cerrazones y a construir
juntos algo grande y hermoso, partiendo de lo que nos une”.
La fraternidad debe estar siempre basada en la caridad que es el Amor, así que
esto lo podemos aterrizarlo teniendo caridad para con cada uno de los miembros
de nuestra familia, apoyándolos en sus necesidades y dificultades y apoyándolos
en sus momentos de alegría y en sus muestras entusiasmo.
Y cuando haya algún problema por su forma de ser o de actuar, debemos
atenderlo desde el Amor, es decir, con caridad para que se sientan logre un
ambiente fraterno en la familia.
Es importante decir que debemos empezar nosotros los papás pero también
debemos involucrar a nuestros hijos, así nuestra familia será más unida que
nunca, si ponemos el Amor de Dios como pegamento, así lograremos ser una
familia que busca en todo momento la santidad y que trabaja para conseguir ser
peregrinos de este mundo pero ciudadanos del cielo.