Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo.– El Ministerio de Matrimonios lo integran 22 parejas decididas a perseverar y mantenerse unidas, para ayudar a sanar heridas desde el momento de desviar la vida conyugal, indicó doña Norma Hernández Pérez, integrante del grupo en Catedral de la Santa Cruz y Santísima Trinidad en Cancún.
Con una misión espiritual específica, bien definida, brindan ayuda a parejas y enseñarles a sobrellevar y vivir su matrimonio en gracia, oración y acercarse a la Iglesia en familia, especificó.
Un ministerio relativamente nuevo que surgió aproximadamente hace cinco años, integrado por 22 parejas que perseveran en la Catedral donde proclaman la Palabra de Dios en pareja. Explicó que abrir un ministerio a otras comunidades, implica la necesidad de tener cierta seguridad, así como una mayor preparación para poder ayudar a otros matrimonios. Para el 11 de septiembre realizarán su retiro, por lo que hizo extensiva la invitación a los matrimonios a vivir y experimentar la espiritualidad, de salir enamorados.
Desde 2004 radica en esta ciudad, oriunda de Palenque Chis, de sus padres y abuelos heredó la religión católica inculcada desde su infancia. Cuando tenía 14 años conoció a su esposo, con quien se casó por lo civil a la edad de 17 años en tierra natal. En la parroquia San Miguel Arcángel en Cancún, unieron sus vidas en el Santísimo Sacramento del Matrimonio, este 15 de junio cumplen 17 años de casados.
Salvar a la familia de la mano de Dios
Hace tres años, en el ambiente enrarecido que se vive en Cancún, surgió la preocupación por trabajar, olvidándose de la familia, incluso asistir los domingos a la Iglesia, un momento crucial al empezar a fallarle a Dios, dejaron de entenderse, todo lo resolvían a gritos, al empezar a vivir una crisis matrimonial, todo iba mal, no se entendían como pareja, olvidaron su vida conyugal, a punto del divorcio en medio de un ambiente de infidelidad, al ocuparse cada uno por sus cosas.
Luego de darse cuenta de la situación que vivían y de la necesidad de agarrarse de las manos de Dios, recapacitó y empezó acercarse a la Iglesia hasta integrarse a las actividades parroquiales, asistir los domingos a Misa y conocer a una hermana que la invitó a participar de un retiro para matrimonio, una situación compleja al dificultársele lograr convencer a su esposo, para asistir juntos, y salvar su matrimonio.
Un mes para sentirse orgulloso de ser católicos
Nuestro orgullo como hermanos católicos e hijos de Dios, es fomentar durante este mes de junio el amor y la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, es su respuesta respetuosa a esas ideologías extrañas como el aborto, adoctrinamiento radical que pretenden imponer a la sociedad actual como pensamiento único y que es contrario a la Palabra de Dios.
Lamentó que esta generación que nos toca vivir perdió la brújula, valores, en un mundo secularizado donde abunda el ateísmo exacerbado, inmoralidad, el orgullo del lobby LGBTTTIQ+ que si bien deben de ser tratados con respeto y misericordia como dice el catecismo porque también son amados e hijos de Dios, pero no su pecado y que en cierta forma, teme que sus hijos se vean envueltos en estos ambientes, concluyó doña Norma Hernández Pérez.