La imagen de María embarazada se encuentra en la ciudad de La Paz

Unos piden la bendición de ser padres, otros su cuidado cuando se viene un parto difícil, son las historias de los devotos de la Virgen de la Dulce Espera. La imagen de María, que mira al cielo mientras acaricia su embarazo y sostiene con una mano a la paloma del Espíritu Santo es venerada por las familias que han depositado su fe en ella.

Muchas mujeres sueñan con el momento de concebir un bebé o ampliar la familia y por diversas circunstancias no encuentran la dicha de lograrlo. Ximena es una de ellas, nos cuenta que en sueños vio a la Virgen que le aseguró se le cumpliría el deseo de ser madre de nuevo.

“Le pedí a la Virgen que me dé la dicha de ser madre de nuevo”, cuenta. Su esposo también se ha vuelto devoto y cuenta que “gracias a la fe pueden dar testimonio de los maravillosos milagros que tenemos”, en referencia a sus dos hijos.

La imagen llegó a Bolivia hace dos décadas y desde ese tiempo ha sabido cobijar a cientos de familias que expresan su agradecimiento por lo que consideran son favores que llegaron a través de la Virgen.

“El apostolado ve en María este hermoso refugio de maternidad, de sí a la vida”, nos cuenta Elisa Lanza que es una de las responsables de la basílica de María Auxiliadora ubicada en el Prado paceño, donde se encuentra la capilla que resguarda la imagen.

Cada 25 de mes se celebra una misa para las familias que piden su protección. Los jueves de cada semana desde las 08:00 hasta las 19:00 se abre el oratorio para aquellos que quieren visitar a la Virgen.

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