Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
CURSO… PRESENCIAL
Con algún que otro despiste, parece que poco a poco nos situamos en cada oficio. Estos días hemos tenido un curso impartido por las mejores especialistas: nuestras propias hermanas, que dejaban el oficio del trienio anterior en nuestras manos.
Cuando vas haciéndote al oficio, te das cuenta de que todo está muy bien hecho y organizado; que lo que te han transmitido, a su vez, otra hermana se lo ha transmitido a ellas… Es sabiduría acumulada a la que cada una va aportando, no se empieza de cero.
Cuánto recibido en estos “cursos presenciales” de la vida que han marcado nuestra fe. El testigo que de alguna manera esa persona tan querida nos ha pasado con tanto cariño y sencillez. Un gesto, una palabra transmitida por alguien que amas se graba a fuego. Personas que nos han pasado el testigo con su vida: viéndoles santiguarse al salir de casa, dando gracias al Señor, llevándonos de pequeños a los pies de María o delante de Jesús, a los que simplemente les vimos rezar el Rosario o una sencilla oración…
Cursos que se graban en el corazón y que tú también puedes impartir a los que te rodean, pues no requieren de conocimiento, sino de vida y amor.
Jesús vivió de esta manera, transmitió el amor amando, la compasión compadeciéndose… Exhortaba y alentaba con palabras sencillas, llevando a los que le escuchaban a levantar la mirada al Cielo. Si se inquietaba, oraba…
Verdaderos maestros, los que nos han enseñado el valor de una fe vivida, encarnada en gestos cotidianos. Y hoy doy gracias por los que han sido referentes en mi vida.
Así, cada uno de nosotros, también estamos llamados a ser eslabones en esta cadena, transmitiendo la vida que brota del encuentro con Jesús. De dar a otros lo que hemos recibido.
Hoy, el reto del amor es que des un “curso presencial” desde el amor y la vida que has recibido de Jesús. Aprovecha ese momento para hablar de Él, para llevar a alguien a visitar una iglesia, bendecir la mesa… Sé eslabón de una fe viva.
VIVE DE CRISTO