Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
CUADERNO DE BATALLA
Aprovechando el inicio de esta nueva etapa en que nos encontramos, al mudarme al Noviciado, he decidido empezar a escribir un diario. Creo que, dentro de unos años, me gustará saber cómo me sentía estos primeros días, y seguro que va a ser bonito ir descubriendo cómo, lo que hoy son interrogantes, mañana aparecerán apuntadas como respuestas.
Con esto en la cabeza, fui a la caja donde guardo los cuadernos sin estrenar. ¡Había que elegir uno!
Lo cierto es que rápidamente se me fueron los ojos a una libreta preciosa, que tenía guardada para “una ocasión especial”. Podría decirse que esta ocasión es lo bastante especial, ¡pero me asaltó el miedo!
“¿Y si luego no soy capaz de escribir cada día? ¿Y si solo relleno unas hojas y después lo dejo? Sería estropear la libreta entera…”.
Ya estaba decidida a coger un cuaderno normal y corriente, cuando de pronto me vino a la cabeza que: “quien comienza sin confiar, perdió de antemano la batalla”. Coger un cuaderno cualquiera, ¡era dar por sentado que voy a abandonar!
¡Y cuántas veces nos declaramos en derrota demasiado pronto! “He intentado tantas veces esto… He querido cambiar, pero… Siempre meto la pata en lo mismo…”.
El riesgo está en creer más en la propia experiencia que en el poder del Resucitado. Él nos asegura: “Hago nuevas todas las cosas” (Ap 21, 5). ¡Él hará de ti una criatura nueva!
La clave no está en no caer, ¡sino en levantarse siempre! Él te tiende Su mano para ponerte en pie, ¡y continuar caminando! Con la mirada puesta en Cristo, descubrimos que incluso las derrotas forman parte de un Plan de amor, ¡y se convierten en pasos para la victoria!
Hoy el reto del amor es hacer memoria. Al fin y al cabo, ¡para eso sirve un diario! Te invito a que hoy recuerdes ese acontecimiento de tu vida en que viste la mano del Señor cuidándote, protegiéndote… Lo hizo entonces, ¡y volverá a hacerlo ahora, porque su Amor no cambia! ¡Confía, vamos en el equipo vencedor!
VIVE DE CRISTO