Por Silvia del Valle.
Muchos piensan que las vacaciones son solo para descansar y perder el tiempo
sin darse cuenta de que son una excelente oportunidad de tomarle gusto a la
lectura y formar el hábito, siempre y cuando logremos que nuestros hijos lean algo
que les apasione.

Además de jugar y jugar podemos hacer un tiempo para que nuestros hijos lean
un poco sin la presión de la escuela por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograr que
nuestros hijos le encuentren el gusto a la lectura.
PRIMERO: Cómprales un libro que en verdad les guste y que vaya de acuerdo a
su edad.
Ahora hay colecciones de libros muy buenos, con clasificaciones de acuerdo a las
edades de los niños. Debemos tener cuidado de que los temas sean adecuados a
los gustos de nuestros hijos.
Cuando eran pequeños mis hijos, los llevaba a la librería y les pedía que
escogieran por lo menos dos libros cada uno, así generaba curiosidad y salíamos
bien armados para los próximos dos meses. Como al final son libros que ellos
escogieron es más fácil motivarlos a que los lean.
Ahora es mucho más sencillo conseguir los libros ya que existen un sinfín de
posibilidades digitales que te permiten obtener los libros físicos o en formato
digital.
Podemos buscar despertar su curiosidad haciéndoles algunas preguntas sobre el
tema que tratan los libros y si ya los leímos nosotros, podemos hacer pequeños
comentarios que fomenten que los lean más rápido para poder dialogar con
nosotros.

Novelas históricas, libros de valores, de deportes, de caballería o vidas ejemplares
son los temas favoritos de mis hijos.
¿Sabemos qué tipo de libros les gustan leer a nuestros hijos? Si no lo sabemos
aún estamos a tiempo para platicar con ellos sobre este tema.

SEGUNDO: Dedica un tiempo para la lectura en el horario familiar
Si definimos un tiempo en especial, es más fácil que los niños lean. Una media
hora es lo adecuado.
Y debemos cuidar algunos detalles para que la lectura sea lo más provechosa
posible, por ejemplo, que cuando lean no sea muy noche, ya que los ojos de

nuestros niños estarán cansados y no podrán leer bien. Además debemos tener
cuidado de que no se queden dormidos leyendo, ya que esto se hace costumbre y
luego no se duermen por terminar los libros.
Aprender a detenerse cuando algo les es grato también es formativo ya que forja
el carácter y les da fuerza de voluntad.

TERCERO: Asigna un lugar adecuado para la lectura en tu casa.
El lugar debe tener buena iluminación, de preferencia que sea luz natural, buena
ventilación y poco ruido.
Mientras cumpla con estas características nuestros hijos pueden escoger su sitio
especial de lectura y lo pueden adaptar con alguna temática que les haga sentir
cómodos y en ambiente.
Pueden poner sillas o sillones, puffs o alfombras para que la lectura sea más
agradable y significativa porque será toda la experiencia completa y no solo un
momento que deben pasar para cumplir.

CUARTO: Que hagan un resumen del libro para saber que comprendieron
No sólo es importante que sepan qué leyeron, también es importante que sepan el
título y el autor de cada libro, así que es bueno que hagan un resumen del
contenido, el título y el autor; así podrán después saber cuántos libros han leído y
cuáles les han gustado más. Puede ser al final del libro o pueden ir haciéndolo a
diario.
Es más, puede ser escrito o dibujado y que dejen salir la creatividad para lograr
que el conocimiento sea significativo y productivo.
Podemos ayudar preguntando a nuestros hijos qué es lo que entendieron y
comentarlo con ellos clarificando sus dudas. Si se da el caso de que no entiendan,
entonces debemos leer con ellos de nuevo algunas partes para ayudarles a
descubrir el sentido de lo que están leyendo.

Y QUINTO: Introduce en la lectura a tus hijos desde pequeños.
Aunque nuestros hijos estén pequeños, podemos comenzar a transmitirles el
gusto por la lectura leyéndoles un cuento todas las noches antes de dormir.
Ahora hay libros muy lindos, con ilustraciones grandes, que les despiertan la
curiosidad y el gusto por leer y que podemos conseguir en cualquier librería. Los
hay de todos los precios y presentaciones.
Si, además, los pequeños ven que sus hermanos grandes también leen, nuestros
hijos pequeños entenderán que la lectura es algo muy lindo y sabrán que es una
actividad cotidiana en la familia.
Por cierto, recuerda que el ejemplo es básico, así que te invito a que cuando ellos
lean, tú también lo hagas.
La sobremesa es un buen lugar para compartir lo que cada quien ha leído y así
enriquecer nuestra conversación y fomentar la cultura familiar.

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