Puerto Morelos, Quintana Roo.– San José Obrero, en latín Sancti Joseph opificis, es la celebración litúrgica de la Iglesia Católica, establecida por San Pío XII, en 1955, el 1 de mayo, que coincide con el día del trabajo que ha fijado como su fiesta propia.
En Puerto Morelos la comunidad manifiesta amor a San José Obrero Santo Patrono de los trabajadores, de igual esta devoción se palpa en el fraccionamiento las Lajas en Cancún.
El Evangelio se refiere a San José como el artesano (en el original griego, «τεχτων») y con él trabajó Jesús, conocido como «artesano». San Justino de Sevilla concluye que José era carpintero, es decir un obrero que trabajaba al servicio de la comunidad, cuya habilidad era manual, fruto de años de esfuerzo y de sudor.»
San Pío IX en 1847 estableció para la Iglesia la fiesta de San José como patrono de los trabajadores, al fijarla para el tercer domingo de Pascua. Mientras San León XIII, en su encíclica Quamquam pluries, resalto el papel del trabajo en la vida de San José y su ejemplo para los trabajadores. San Pío X, trasladó esta al miércoles anterior, pero fue San Pío XII que en 1955, estableció su el 1 de mayo, con el título de San José Obrero. A lo largo del siglo XX, se extendió por la mayor parte de los países la celebración de San José como la fiesta del día del trabajo, con un carácter reivindicativo, aunque suavizado por la propias conquistas sociales, y su consideración como una fiesta laboral y Santo Patrono de los trabajadores (obreros, campesinos, artesanos).
San Pío estableció la fiesta litúrgica de San José Obrero el 1 de mayo, tal cual comunicara en el discurso dirigido a la Associazioni Cristiane Lavoratori Italiani (ACLI) el 1 de mayo de 1955. El discurso recuerda que desde el origen de la ACLI, el Papa había puesto la asociación bajo el patrocinio de San José. Se refiere después a la labor que los cristianos realizan para dar un sentido cristiano al trabajo, y hacer que la justicia reine en las relaciones laborales. En este sentido afirma que como “Vicario de Cristo, queremos reafirmar [estos valores], aquí, en esta jornada del 1 de mayo que el mundo del trabajo se ha otorgado a sí mismo como celebración propia, con la intención de que todos reconozcan la dignidad del trabajo, y que este inspire la vida social y las leyes, basadas en el reparto equitativo de derechos y deberes. Así el 1 de mayo, acogido por los obreros cristianos, y casi recibiendo el crisma cristiano, lejos de ser un despertar de la discordia, el odio y la violencia, es y será una invitación recurrente a la sociedad moderna a hacer lo que aún falta. a la paz social. Fiesta cristiana, por tanto; es decir, un día de júbilo por el triunfo concreto y progresivo de los ideales cristianos de la gran familia del trabajo”, fueron las palabras de San Pío XII, en su discurso del 1 de mayo de 1955. Con ese significado se instituyó la fiesta litúrgica de San José artesano, asignándolo precisamente el 1 de mayo, consciente de que el humilde obrero de Nazaret personifica ante Dios y la Iglesia la dignidad del trabajo manual.
«Para que la dignidad del trabajo humano, y los principios que la sustentan sean grabados profundamente en las almas, Pío XII instituyó la fiesta de San José obrero, a fin de brindar protección a las uniones de trabajadores. A imitación suya, aquellos que ejercen profesiones laboriosas deben aprender con qué espíritu y enfoque llevar a cabo su cargo y obedecer el principio del orden de Dios, se sometan la tierra y contribuyan a la prosperidad económica, obteniendo, las recompensas de la vida eterna. Y el guardián previsor de la Familia de Nazaret no abandonará a los que son sus compañeros de oficio y de trabajo: los cubrirá con su protección y enriquecerá sus hogares con riquezas celestiales. Breviario romano, Solemnidad de S. José Obrero.