Ramón Pretelin Escalera
Una tarde cierto día,
Me dirigí al Tepeyac,
Ya que a la Virgen María
A mí me urgía reclamar.
Escúchame Madre mía
Que te quiero preguntar,
¿Te ausentaste de mi patria…?
¿Nos piensas abandonar…?
México está desgarrado,
la violencia es criminal.
asesinos desalmados,
robo y secuestro es normal.
Cuando llegaste a mi tierra,
con Juan Diego a platicar,
se funda una raza nueva
En tu bondad maternal.
A tu divina presencia
se logra evangelizar,
y la doctrina de Cristo,
nos regala tu bondad.
¿Qué acaso ya te cansaste?
Ya no puedes soportar
Al pueblo que tú, elegiste
Y donde querías reinar.
Y María de Guadalupe
En su tilma original,
Donde se grabó su imagen
Por milagro celestial,
Me dijo con voz tan dulce
Como voz ninguna igual,
Me enamoré de tu tierra
Y lo hice a carta cabal.!!
Jamás de aquí me he ausentado,
Mi casa es el Tepeyac,
Mis hijos se han apartado,
Por ello están como están.
Pide que vengan a verme,
Que me dejen ayudar,
Que mi alegría como Madre
Es poderlos consolar.
Vengan a mí que yo quiero
A México Rescatar.!!!