En una entrevista concedida a la CBS, Francisco pide que cesen las guerras en Ucrania, Gaza y en todo el mundo. Recuerda que en la Iglesia hay sitio para todos: si un párroco no parece acogedor -dijo- busquen en otra parte, siempre hay un lugar, no huyan de la Iglesia, es grande.
Vatican News
«Es mejor una paz negociada que una guerra sin fin»: así se expresó el Papa Francisco, pensando en Ucrania, Gaza y las guerras que alteran al mundo, en una entrevista concedida a la cadena estadounidense Cbs, ayer por la tarde en la Casa Santa Marta. Extractos de la entrevista, que duró cerca de una hora y fue conducida por Norah O’Donnell, directora de «Cbs Evening News», fueron difundidos cuando pasaba la medianoche en Italia. Una versión ampliada del diálogo se emitirá el domingo 19 de mayo, en vísperas de la Jornada Mundial de los Niños, que se celebrará en Roma los días 25 y 26 de mayo.
El Papa hizo un llamamiento a todos los países beligerantes para que pongan fin a los conflictos: «Intenten negociar. Busquen la paz». A la pregunta de la periodista sobre el término genocidio en relación con lo que está ocurriendo en Gaza, el Papa repite la palabra y subraya el contacto diario que tiene con esa realidad de sufrimiento. «Rezo mucho» por el alto el fuego en Gaza, añadió, recordando que cada tarde, a las 19 horas, llama a la única parroquia católica de la Franja para recibir noticias: la situación «es muy dura, muy dura», dijo, entre otras cosas porque la gente tiene que luchar por la comida.
Consultado sobre las consecuencias en los niños de la invasión rusa en Ucrania, el Papa Francisco dijo: «Esos niños no saben sonreír. Yo les digo algo, pero han olvidado cómo sonreír. Y cuando un niño se olvida de sonreír, es muy grave».
Francisco también habló del cambio climático, que «existe», y sobre la Jornada Mundial de los Niños dijo que los pequeños «siempre llevan un mensaje»: nos dan » la manera «de tener un corazón más joven». A una pregunta sobre su salud, respondió con una sonrisa: «Está bien».
A continuación, reiteró que en la Iglesia hay sitio para todos: «Yo diría que siempre hay un sitio. Si en una parroquia el párroco no parece acogedor, lo comprendo, pero vayan y busquen en otra parte, siempre hay un lugar, siempre. No huyan de la Iglesia. La Iglesia es muy grande. Es más que un templo… no deben escapar de ella».