ANA BEATRIZ LUTZOW BORGES

CLEMENTE IV Y LA PANDEMIA DE PESTE NEGRA

El Papa Clemente VI tuvo un Pontificado controvertido. Había nacido en 1291 Rosiers – d’Égleton, Reino de Francia bajo el nombre de Pierre Roger de Beaufort. Desde los once años ingresó al monasterio benedictino fundado por San Roberto de Chaise Dieu, profesando en el año de 1305 para posteriormente estudiar Teología en la prestigiada Universidad de París, donde obtuvo el título de Maestro en Teología. Tenía fama por ser un excelente predicador.

El 7 de mayo de 1342 fue elegido Papa, sucediendo a Benedicto XII; durante su pontificado, la corte de Aviñón alcanzó su máximo esplendor y se hizo famosa por toda Europa. Un gran contraste con el anterior pontificado, que fue muy sobrio. Los Estados Pontificios comprendían desde la ciudad de Aviñón hasta el Condado de Venaissin y así fue hasta la Revolución Francesa.

La desgracia cae sobre el continente europeo en 1347 con la pandemia conocida como Peste Negra de la cual, como solemos hacer los seres humanos, culparon a los judíos. No cabe duda en todos estos siglos que han pasado, aún no hemos aprendido nada, hay quienes hoy todavía culpan a los chinos de nuestra pandemia; no entendemos que el daño que hacemos con nuestros excesos contra la ecología, es la causa de muchos de los males que padecemos, pero de manera irresponsable siempre echamos la culpa a “otros” para no sentirnos culpables de nada. La Dra. Julia Carabias explica que cuando destruimos la biodiversidad, y erradicamos ciertas especies, los virus que siempre han estado en los animales, saltan hacia la especie humana.

En aquel entonces se creía que la Peste era producida por el Yersina Pestis, un bacilo que se encuentra en las pulgas de las ratas y bastaba una picadura o cortada para contagiarse; ahora la ciencia ha descubierto que fue debido a las pulgas y los piojos, pero a causa de la falta de higiene. La llamaron Peste Negra porque los infectados mostraban manchas oscuras en la piel. La tremenda contaminación se creía que fue debido al comercio exterior, ya que en los barcos se escondían ratas y así se extendía por todo Europa, o sea los judíos no tenían que ver con la infección. La pandemia duró varios años, así como el acoso y la violencia hacia el pueblo judío.

La ciencia actualmente ha publicado en una revista semanal de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, que las ratas negras podrían no ser las culpables de los brotes de peste bubónica en Europa a mediados del siglo XIV, sino otro roedor llamado Gerbillinae; en tal caso habría que reescribir la historia, aunque en aquel momento, no podían saberlo.

Mucha gente pensó que se acercaba el fin del mundo porque redujo a un tercio la población de Europa que fue la más afectada. La Iglesia respondió a la tragedia abriendo los templos para albergar a la gente, podemos decir que es parte de la bondad de la Iglesia, pero realmente no fue una buena opción ya que se produjeron más contagios al estar hacinados en espacios cerrados.

A esta tremenda desgracia se agrega la Anarquía en Alemania, guerras civiles en Italia, por si fuera poco, la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra; en ese contexto surge el movimiento de los Flagelantes, quiénes convencidos del fin del mundo, en grupos organizados, hacían votos mediante los cuales se abstenían de placeres y se obligaban a soportar flagelaciones y otro tipo de torturas durante 33 días, evocando los 33 años de Jesucristo. Pensaban que por sí solos podían acceder a la salvación sin necesidad del auxilio de la Iglesia, bastaba con participar en las procesiones de penitentes para ser perdonados de todos sus pecados. Las primeras procesiones tuvieron lugar en Aviñón, donde hombres y mujeres semidesnudos, descalzos y cubiertos de ceniza, caminaban flagelándose sin compasión. Mas tarde este movimiento se extendió por varios países de Europa, pero poco a poco fue degenerándose en expediciones de rapiña.

Estos grupos de Flagelantes, fueron duramente desaprobados por el Papa, ya que comenzaron maltratar a los judíos que encontraban porque según ellos eran culpables ya que cometían atrocidades que provocaban la ira de Dios y el castigo era la pandemia. La gente cambió de culpables y en 1346 se culpó a los Flagelantes de ser responsables de la Peste Negra.

 El Papa Clemente VI los condenó formalmente en 1349 por medio de la bula Inter sollicitudines y los declara herejes, aunque no puede terminar con ellos por completo, pero el movimiento es condenado de manera absoluta por el Concilio de Constanza (1414 – 1418)

Terminaron siendo enemigos acérrimos de la Iglesia Católica y proclamando que el Espíritu Santo los había enviado a predicar por el mundo; no vacilaron en asesinar sacerdotes, apoderarse de los bienes de la Iglesia y sabotear toda clase de oficios religiosos.

Durante el pontificado de Clemente VI, cabe mencionar tuvo lugar la exposición de Derechos Naturales inherentes a todo ser humano: “derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad” según la Doctrina de la Iglesia. Se redujo también el intervalo entre jubileos de 100 a 50 años.

El 6 de diciembre de 1352 muere de un ataque al corazón el Papa expresando su deseo de ser enterrado en la abadía de San Roberto de la Chaise – Dieus donde ingresó a los 11 años.

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