Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
POCO A POCO
Como te comenté, el otro día fui al dentista. Tras revisarme, me dijo que lo único que tenía era sarro. Así que, sin pensarlo siquiera, agarró los aparatos y se puso a ello.
No es la primera vez que tiene que realizarme esta limpieza, ¡pero ya se me había olvidado la sensación de después! En efecto, al salir del dentista, y durante los siguientes tres días, ¡¡sentía la boca muy extraña!! ¡Es como si me la hubiesen transformado por completo!
Es curiosísimo: cuando te lo quitan, se nota un montón, pero cuando aparece, el sarro lo hace tan lentamente, ¡que no te enteras!
¡¡Y creo que al Señor le gusta actuar del mismo modo!!
Seguro que a ti, como a mí, te gustaría que el Señor se manifestase con fuerza en tu vida, con señales prodigiosas, o con grandes transformaciones en tu corazón… Sin embargo, Cristo prefiere obrar lentamente, a veces pasando incluso desapercibido… Tal vez hoy no notes grandes cambios, ¡pero Él no descansa!
Y si el Maestro actúa así, ¿no deberíamos hacer nosotros lo mismo? Quizá no tenemos posibilidad de hacer un cambio radical en el mundo… pero en tu mano está el crear un buen ambiente en tu hogar para este día. Tal vez parezca poca cosa, pero, poco a poco, con el tiempo, ¡¡se crea un clima nuevo!!
Hoy el reto del amor es tener un detalle con una persona cercana. No es necesario que hagas nada espectacular, llamativo… basta cualquier gesto. No desprecies esa oportunidad de amar por ser pequeña, por parecer insignificante: un solo grano de arroz desequilibra la balanza, un solo gesto de amor ¡puede transformar tu jornada!
VIVE DE CRISTO