Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UN RETO POR DELANTE
Desde hace unas semanas, las dos sacristanas nos hemos planteado un reto. Se trataba de unos armarios muy destartalados que necesitábamos ordenar para guardar nuevas cosas.
Teníamos ante nosotras dos formas de verlo: como «dos armarios viejos» o como «un reto por delante».
Acordamos enfrentar el desafío juntas. Ella se encargaría de su parte barnizándolos, cambiando las cerraduras o los cristales rotos, y yo me ocuparía de organizarlos, hacer cambios y recoger…
Después de un tiempo de trabajo conjunto, nos sentimos muy contentas, ya que el simple hecho de haber afrontado el reto nos dejó una gran alegría.
A lo largo de nuestro día, nos encontramos con esa dicotomía en muchas cosas. Podemos simplemente ver unos «armarios viejos» o ver un «reto por delante». Muchas veces nos quedamos más en el aspecto negativo de las cosas, sin saber cómo gestionar ese «trasto». Pero el Señor siempre quiere hacernos ver que hay una nueva oportunidad para crecer, para salir de uno mismo y aprender a amar.
Con Él, la vida es un reto en el que cada día comenzamos de nuevo. Con Él, el éxito está asegurado. No se trata de que vayamos lograr todo lo que nos propongamos, sino más bien de que, como dice la Palabra, «Él hace que todo nos sirva para un bien».
¿Tienes un compañero de trabajo un poco difícil? Puedes verlo como un «armario viejo» con el que no sabes qué hacer, o como un reto para aprender a amar. O, ¿te sientes caído y como un trasto? Cristo hoy te ofrece un nuevo reto de levantarte, de no quedarte en la estacada, y es Él quien te restaura y te hace nuevo, pero tú tienes que aceptar el reto. ¿Se te presenta una situación complicada por delante? De nuevo, tienes ante ti dos caminos para elegir, pero la diferencia está en que si escoges la queja o el victimismo, te habrás quedado con el mueble viejo, mientras que si escoges aceptar el reto de la mano de Cristo, Él te devolverá todo resucitado.
Hoy, el reto del Amor es aceptar «el reto» que Cristo te plantea por delante. ¿Aceptas?
VIVE DE CRISTO