La Cuaresma es un tiempo de penitencia y podemos abordarla de manera significativa para nuestro día a día.
La Cuaresma es un tiempo de penitencia, pero ¿cómo podemos abordarlo de una manera significativa para nuestro día a día?
En este episodio del podcast «The Catholic Gentleman», John Heinen, Sam Guzman y Devin Schadt exploraron tres prácticas que prometen no solo cambiar nuestra Cuaresma, sino también transformarnos espiritualmente
1 Acepta el crecimiento progresivo
Avanzar de a pocos puede llevar a grandes cambios. Esta Cuaresma, Heinen sugirió tomar un enfoque gradual para el ayuno, la oración y la limosna, porque «tenemos que empezar de pequeño para progresar con éxito en la gracia de Dios».
Al integrar lentamente prácticas espirituales en nuestras rutina diaria, podemos evitar sentirnos abrumados y encontrar alegría en nuestro camino hacia la Pascua.
2 Cultiva la humildad a través de la reflexión
La humildad es la piedra angular de una Cuaresma transformadora. Se trata de reconocer nuestras limitaciones y abrir nuestros corazones a la gracia de Dios.
Schadt enfatizó la importancia de la humildad.
«La Cuaresma es un momento perfecto para el autoconocimiento… comienza con conocer a Cristo y reconocer que no soy como tú, Cristo, pero quiero llegar a serlo».
A través de la humildad, podemos acercarnos verdaderamente a Dios y comprender nuestro lugar en Su plan.
«El camino hacia la humildad está pavimentado con las afiladas piedras de las humillaciones», agregó.
3 Da amor y perdón
La Cuaresma no se trata sólo de la renuncia, sino de dar. Guzman animó a realizar actos de bondad, perdón y generosidad.
Ya sea perdonando a alguien que te ha dañado o ayudando a quienes lo necesitan, estos actos de amor reflejan las enseñanzas de Cristo y nos permiten experimentar la plenitud de Su gracia.
«El perdón es un acto masivo de generosidad y de dar, irradia la Vida de Cristo», señaló Guzman.