Por Ramón Pretelin Escalera

Oh Corazón Inmaculado de María, me consagro a ti y te consagro mi familia y hogar y todo cuanto en él hay, a tu Inmaculado Corazón. Te consagramos nuestro ser físico, psíquico, biológico, espiritual y todo lo que somos, tenemos y hacemos.

Protégenos madre querida con los rayos de luz que brotan de tu Corazón Inmaculado y escóndenos en tu regazo. No permitas dulcísima Madre, que ninguno de los que habitamos este hogar se pierda; dadnos tu paz y fortaleza en los momentos difíciles de nuestra prueba.

Que nuestra fe en Dios y confianza en ti, oh dulcísima Madre, sea el pasaporte que nos lleve seguros a las puertas de la nueva Creación.

Ave María Purísima, sin pecado concebida María Santísima (3 veces).

Vuestro refugio y amparo. El Inmaculado Corazón de María. Amén.

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