Ciudad de México.– La familia constituye una comunidad de amor y de solidaridad, insustituible
para enseñar y transmitir los valores culturales, éticos, sociales, espirituales, religiosos, esenciales
para el bienestar y desarrollo de sus propios miembros y de la sociedad.
Luego de cumplir con su misión educativa, la familia contribuye al bien común y constituye la
primera escuela de virtudes sociales, de la que todas las sociedades tienen necesidad.
La familia ayuda a que las personas desarrollen su libertad y su responsabilidad, premisas
indispensables para asumir cualquier tarea en la sociedad. Además, con la educación se
comunican algunos valores fundamentales, que deben ser asimilados por cada persona,
necesarios para ser ciudadanos libres, honestos y responsables.
El derecho y el deber de los padres a la educación de la prole se considera esencial, relacionado
como está, con la transmisión de la vida humana; como original y primario, respecto al deber
educativo de los demás, por la unicidad de la relación de amor que subsiste entre padres e hijos;
como insustituible e inalienable y, por consiguiente, no puede ser totalmente delegado o
usurpado por otros. Los padres tienen el derecho y el deber de impartir una educación religiosa y
una formación moral a sus hijos: derecho que no puede ser cancelado por el Estado, antes bien,
debe ser respetado y promovido. Es un deber primario, que la familia no puede descuidar o
delegar.
Los padres son los primeros, pero no los únicos, educadores de sus hijos. Corresponde a ellos, por
tanto, ejercer con sentido de responsabilidad, la labor educativa en estrecha y vigilante
colaboración con los organismos civiles y religiosos.
Los padres tienen una particular responsabilidad en la esfera de la educación sexual. Es de
fundamental importancia, para un crecimiento armónico, que los hijos aprendan de modo
ordenado y progresivo el significado de la sexualidad y aprendan a apreciar los valores humanos y
morales a ella asociados.
Los padres tienen la obligación de verificar las modalidades en que se imparte la educación sexual
en las instituciones educativas, con el fin de controlar que un tema tan importante y delicado sea
tratado en forma apropiada.
En la educación de los hijos, las funciones materna y paterna son igualmente necesarias. Por lo
tanto, los padres deben obrar siempre corresponsable y conjuntamente. Frente Nacional por la
Familia. Minuto de formación L# 47