Cancún, Quintana Roo. – Una providencial coincidencia es celebrar este Primer Sínodo Diocesano entre el
día de la Ascensión del Señor y el de Pentecostés, indicó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C., en la Santa Misa Solemne de apertura en la Catedral de la Santísima Trinidad y de la Santa Cruz en Cancún.
Evento al que se dieron cita 150 sinodales entre sacerdotes, religiosas y laicos que participarán del 22 al 27 de mayo en el Centro de Convenciones del Colegio Boston.
El sínodo es un acontecimiento provocado por el Espíritu Santo, de gracia, fe, por lo que es importante abrir el corazón con sinceridad y escuchar la voz de Dios, como primera disposición, de poner todas las condiciones de silencio, atención, concentración, paz y serenidad en el alma, para que pueda resonar la voz del Espíritu Santo y saber qué es lo que quiere de esta Iglesia Particular, continúo.
El mandato misionero de la Iglesia siempre ha sido predicar el Evangelio, enseñar los Sacramentos,
celebraciones, documentos, libros en los que es necesario fijar la atención de que la Misión es “ir, moverse, salir”, como insiste el Romano Pontífice. La reforma de la Iglesia es lograr que “la dimensión misionera programática pase a ser paradigmática”, es decir que la salida sea el paradigma de toda la obra de la Iglesia, actuar en clave de misión, anunciar a los que alejados de Cristo, una tarea primordial y el mayor desafío y causa que se debe atender, como lo dice el documento de Aparecida, Brasil: “no se puede estar tranquilo en espera pasiva en los templos, sino que se debe pasar de la pastoral de la conservación a la pastoral decididamente misionera, un dinamismo que Dios provoca en los creyentes.
Todos estamos llamados a esta nueva salida misionera, aceptar el llamado, salir de la comodidad, del confort y atrevernos, llegar a las periferias no solo geográficas si no también existenciales que necesitan la luz del Evangelio, es vital anunciar a todos y en cualquier lugar y ocasión sin demora, sin reticencia, sin cobardía, sin temor. Todos a evangelizar a todos.
En este “vayan” de Jesús está presente hoy, en nuevos escenarios, desafíos, nuevas periferias que esperan
aún sin saber de la Luz del Evangelio, que esperan que nosotros, recibir la alegría del Evangelio es una
Misión que nos toca a todos, un signo para anunciar la Palabra da frutos y que esto conlleva a la dinámica del éxodo, salir de sí mismo, caminar, sembrar más allá, ir lejos.
La iglesia en salida misionera diría el Papa Francisco, es la comunidad de discípulos comprometidos que
acompañan, fructifican, festejan aun en su propia comunidad. La salida misionera no es una acción externa, si no un espíritu interno de generosidad, hacer a un lado el aislamiento, egoísmo, el interés personal es comprometerse, primerear es empezar a construir algo nuevo, tener iniciativa, emprender, eso es lo que nos toca en este momento histórico de nuestra Iglesia Particular.
Al término de la Misa Solemne, los siniodales se trasladaron al Colegio Boston que durante una semana
recibirán temas como la Introducción, Laicos, Estructuras y Organización, Pastoral Profética, Pastoral Social,
Pastoral Litúrgica, Formación Sacerdotal, Sínodo sobre la sinodalidad, impartidos por personalidades como el Rector de la Universidad Pontificia padre Alberto Anguiano García; Monseñor Carlos Enrique Samaniego López Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México; Presbítero Miguel Enrique López Coordinador de la Dimensión de Vida; el Obispo de Gómez Palacio, Durango Monseñor Jorge Estrada Solorzano; Presbítero Otoniel Ochoa Nieto Secretario de la Dimensión Episcopal para la Pastoral Litúrgica, el coordinador de la comisión para la Pastoral Profética Presbítero Manuel Damaniel Becerra; Monseñor Gustavo Rodríguez Vega Arzobispo de Yucatán; presbítero Jorge de la Torre coordinador de la comisión para la Pastoral Social; el rector de la catedral Metropolitana Monseñor Ricardo Valenzuela; Fray Genaro Mayorga TOR coordinador de la comisión para la Pastoral Litúrgica; el obispo de Tampico, Tam. Monseñor Armando Álvarez Cano, presbítero Marco Antonio Delgado coordinador de la Dimensión de pastoral presbiteral, entre otros.
