Cancún, Quintana Roo.– Para defender y sacar adelante a la familia en tiempos de ofuscación, se requiere de la gracia, la misericordia de Dios y un servicio comprometido a la Iglesia, indicó doña Enriqueta Rodríguez Carrillo coordinadora de catequesis en el Santuario Divina Misericordia en Cancún.
No dejar fuera de nuestra vida a Dios, acercarse a Nuestro Señor Jesucristo, es la cordial invitación que hace a la ciudadanía a participar y sentirse acogidos por la Divina Misericordia.
En un tiempo complicado donde reina la confusión es importante volver la mirada a Dios e implorar su misericordia, caminar juntos en sinodalidad, escuchar a los hermanos, seguir al Único Salvador y Señor, para alcanzar la meta comprometidos en ser velas encendidas para iluminar al mundo, a la comunidad y a la familia y no dejar fuera de nuestra vida a Dios, que no está para cumplir caprichos, si no para salvarnos.
Por su parte doña Guadalupe Hernández Hernández, Ministra Extraordinaria de la Eucaristía desde 2017, explicó que del 7 al 16 de abril, inició la Novena a la Divina Misericordia que concluyó el segundo domingo de Pascua. Por el Viacrucis, el viernes sólo se hizo el novenario, de igual manera el Sábado, mientras el Domingo de Resurrección, con el apoyo de bienhechores se invitó a la comunidad a participar del Santo Rosario, de la charanga en sana convivencia. Para el Jueves tuvieron Hora Santa y la Novena.
Para la víspera la Novena se hizo a las 6:00 pm, Misa 7:00 pm y la serenata acompañada por los coros, para continuar con la vaquería en el parque frente al recinto sagrado a las 8:00 pm, charanga, tecladistas para amenizar, hasta cerca de la medianoche. Domingo de la Gran Misericordia, la Misa Solemne a las 9:00 am, para luego trasladarse a la Catedral a las 11:30 am para salir en caravana a la parroquia Nuestra Señora del Rosario región 234 y caminar al Santuario Divina Misericordia y participar de la Misa 3:00 pm.
Horarios de Misa: martes a sábado 6:00 pm, paraliturgia lunes; Misa dominical 9:00 am y 6:00 pm, Hora Santa Jueves y Sábado por los jóvenes en región 238, manzana 13, lote 1 y 2, entre calles 61 y 104. Una población entre 2 mil a 2 mil 500 habitantes, de los que asisten a los festejos patronales entre un mil a un mil 500 personas, y 150 comprometidos en catequesis, liturgia, servidores de la palabra, Coronilla a la Divina Misericordia, Legión de María, Coros Jubileo y Divina Misericordia, Servidoras del Altar, Ministros.
Cuando apenas empezaba a poblarse la colonia, en 1991 surge la capilla con el nombre Divina Providencia, no había sacerdotes, por lo que doña Cayetana apreciada por la comunidad apoyaba en la paraliturgia. En 1994 una familia donó el cuadro de la Divina Misericordia y don Cándido Puc donó el terreno que bajó la dirección del padre Bernard Quinn inició la construcción de lámina y algunos cimientos. Un tiempo estuvo dedicada al Señor de la Misericordia para honrar a Jesús en esa advocación tan promovida en las últimas décadas y que gracias a los donativos de bienhechores y de la comunidad que trabajó a brazo partido, cuando era cuasiparroquia. Al poco tiempo llegó el padre Ángel Estrella y luego el padre Jesús Cárdenas+.
La familia Ortega propone el nombre de la Divina Misericordia con la aprobación de la comunidad; un 11 de abril de 1999, inició la construcción y administración como pequeño santuario bajo la responsabilidad del padre Jaime Paramo y el 11 de abril de 2010 tuvo lugar la Consagración Solemne del templo y del altar como Santuario de la Divina Misericordia presidida por Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
Sin generalizar una de sus preocupaciones es que mucha gente busca un “Dios a su medida”, sin darse cuentan que es el Señor que los recibe con los brazos abiertos al llegar al templo, es importante dar a conocer que el compromiso es con Nuestro Señor Jesucristo. Le agrada la unidad entre vecinos y comunidad parroquial que han sabido responder y dar su mejor esfuerzo en la realización de los festejos patronales, fiestas especiales, solemnidades a la que la gente se acerca.