Cancún, Quintana Roo.— La Cuaresma es un tiempo de conversión designado por la Iglesia Católica para prepararnos a celebrar el gran tiempo de Pascua. 

Es un tiempo de gracia, no de pena y dolor. Es un tiempo para informarnos, transformarnos cambiar, para prepararnos para salir de la tumba para abrazar la resurrección. Es tiempo de perdón, reconciliación y penitencia. Es una invitación a cambiar lo que no está funcionando bien en nuestra vida espiritual, es tiempo de conversión.

Para ayudarnos a hacer esto la Iglesia nos invita a orar, para que nuestro espíritu crezca y se transforme; hacer penitencia,  para reconciliarnos con Dios y los demás;  al ayuno y abstinencia, para solidarizarnos con los que tienen menos que nosotros, y la caridad, compartir lo que tenemos con los demás nos ayuda a crecer en amor por Dios y el prójimo.

El esfuerzo que hacemos durante la cuaresma nos ayuda a prepararnos para ver verdaderos hijos de Dios y a ser mejores testigos de Jesucristo.

Mantenga sus intenciones de temporada intactas con la Oración por el espíritu de la Cuaresma.

El camino a la salvación no es nada fácil, y para llegar a ella debemos hacerlo mediante nuestras oraciones a Dios y nuestras acciones. En esta Cuaresma tratemos de aplicar estas dos formas de llegar a la salvación, la oración y la acción.

Durante el período de seis semanas de Cuaresma, la Iglesia nos alienta a participar en tres prácticas espirituales: oración, penitencia y limosna.

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