Konaté Hernández

Ejido Alfredo V. Bonfil, Quintana Roo.– Acercarse a la Iglesia para buscar a Nuestro Señor Jesucristo es lo más importante para conocer y amar la Eucaristía, indicó el padre Luis Felipe Najar Perera, L. C., párroco de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y San Felipe de Jesús, en el ejido de Alfredo V. Bonfil. 

Rememorando las últimas palabras de San Felipe de Jesús: –Jesús, Jesús–, mensaje con el que hace una cordial invitación a unirse a los festejos patronales del 27 de enero al 5 de febrero de 2023. 

Será una fiesta que dejará una profunda huella en los asistentes a los festejos patronales, que será austera, pero más espiritual, sin folclor ni diversión pasajera, porque lo principal es buscar el conocimiento y la cercanía con Dios en la Eucaristía, lo que ayudará a impulsar la devoción a San Felipe de Jesús, como santo copatrono y protector de la comunidad. 

Los festejos inician el 27 de enero con la bajada de la imagen, actividades como el rezo del Santo Rosario, Novenario, Procesión el jueves y Hora Santa y para la víspera se cantarán las mañanitas al concluir la Misa de 7:00 pm y el domingo después de Misa de 10:00 am. 

Los horarios de la Santa Misa de martes a sábado: 7:00 pm; Oración por los hijos miércoles; Hora Santa el Jueves 6:00 pm y el domingo Santa Misa 10:00 am y 7:00 pm en la parroquia en bulevar Bonfil con calle Gustavo Rojo Gómez. En las capillas Virgen de Juquila Misa 8:00 am y San Juan Pablo II, 5:30 pm, ambas en domingo.  

Un 25 de mayo de 2003, Monseñor Jorge Bernal Vargas, obispo emérito, colocó la primera piedra para iniciar la construcción de la parroquia, bendecida y consagrada por Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas un 6 de diciembre en 2012, siendo párroco, el padre Joseph Nguyen, L. C. (Dung Van Nguyen), acaecido en 2020.   

Según el censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2020, el ejido Alfredo V. Bonfil cuenta con una población de 19 mil 789 habitantes, de los que participan en Misa dominical unas 900 personas y aproximadamente unas 500 comprometidos en Legión de María, Reavivando el Amor (REA), Adoración Nocturna, Catequistas, Acólitos, Coros, Jilquías, Ministros, entre otras.  

De la comunidad le preocupa la poca participación de la gente que asiste a Misa, lo que provoca que mucha gente creyente no tenga presente a Dios en su vida, además de las denominaciones religiosas como el templo Dios de la Última Profecía, Séptimo Día, que incluso dos o tres familias dan servicio en un garaje a 5, 10, personas muchas veces como negocio. Le agrada la participación en Misa, lo que caracteriza a la comunidad es que son activos en las actividades que realizan, son disciplinados, obedientes y responsables. Convivir, sentir la cercanía y estar atentos del sacerdote, es lo que le impacta. 

Como católicos, miembros del Cuerpo Místico de Cristo, no estamos apartados del mundo, por lo que debemos de tomar conciencia de formar parte de una realidad que abarca el planeta, lo que implica tener una conciencia Universal de caminar con el Sínodo de la sinodalidad y saber que somos parte de un todo, sin  olvidar que la “Razón Ilumina la Fe y la Fe Ilumina a la Razón”. Pensar y no inventar cosas, si no razonar para tener un punto lógico de las mismas. En el catolicismo esto ayuda a tener una razonada fe, enriquecida por la razón y que como católicos debemos tener conocimiento para no dejarnos engañar, ni  adoctrinar por las nuevas ideologías, fue su mensaje para este complicado tiempo lleno de grandes retos y no encerrarse ensimismo, subrayó el padre Luis Felipe Najar Perera, L. C. 

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