Konaté Hernández 

Cancún, Quintana Roo.–  El evento del Hanal Pixan en Malecón Tajamar se hizo en beneficio del Desarrollo Integral de la Familia (DIF), para dar continuidad al programa de Prevención del Trabajo Infantil.  

La venta de refrescos, pan de muerto horneado y la cuota de recuperación de los stands, será destinado a la institución con ese dicho propósito. 

Cerca de 15 mil asistentes participaron del primer día de actividades del II año consecutivo del magno festival cultural en Cancún, “Hanal Pixán”, en Malecón Tajamar que busca promover las costumbres y tradiciones de la región, a través de la celebración de la vida y la muerte. 

Encabezadas por las autoridades se realizó la procesión de catrinas en la rambla de Malecón Tajamar, seguida por el contingentes respectivo de servidores públicos, bailarines y de la ciudadanía que se dio cita, caracterizados en su mayoría de esa emblemática representación de calaveras, de la festividad mexicana. 

La importancia de este tipo de festejos populares es para fortalecer la identidad mexicana en un lugar emblemático de Cancún como es Malecón Tajamar. “Sean bienvenidos a este su Malecón Tajamar, hoy celebrando Hanal Pixán, recordamos nuestro orgullo de ser cancunenses a través de la identidad que nos han regalado nuestros ancestros. Es un día para meditar y pensar en lo que hacemos en vida para que el día de mañana seamos recordados de la mejor manera, siempre dejando un legado que trascienda en un futuro”, dijo la munícipe Ana Patricia Peralta de la Peña 

En el Hanal Pixán, se celebra el ciclo de la vida y el retorno de las ánimas a las casas, es una celebración donde todos recuerdan a quienes han partido, pero que están vivos en los corazones y pensamientos, por lo que invitó a la ciudadanía disfrutar la vida y gozar cada minuto con la gente que aman, enviándoles un abrazo, mencionó la mandataria estatal. 

Al término del protocolo inaugural, se realizó un recorrido en los pabellones instalados en el recinto, tales como: altares de distintas regiones del país, cementerio, alimentos, teatro guiñol, pinta caritas, bazar de artesanos y exhibición de catrinas en tamaño real de 1.60 metros de altura, caracterizadas con los atuendos típicos de Quintana Roo, Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Jalisco. 

Como parte del programa cultural, también se contó con: la Danza de los Diablos Cuajinicuilapa, de la zona afrodescendiente de Guerrero; presentación de música vernácula alusiva a la fecha, bailes representativos, danzón y el grupo musical “Los Chuecos” que amenizaron esta celebración única en la península de Yucatán. 

Finalmente, la ceremonia estuvo amenizada por Aniceto Velázquez Chi, procedente de Felipe Carrillo Puerto quien realizó un ritual maya para solicitar permiso al Norte=Xaman, Sur=Nojol, Este=Lak’in y Oeste=Chik’in, y honrar a sus ancestros, con el fin de mantener el vínculo entre los vivos y muertos. 

El altar del Hanal Pixán representa el universo. El tradicional altar maya se conforma de tres niveles que representan los tres planos del universo de acuerdo con la cultura maya: el inframundo, el mundo de los vivos y el mundo de los dioses. 

Hanal Pixán, “comida de las ánimas” o “comida para el alma”, es una tradición yucateca, variante del Día de Muertos, celebrada en muchos pueblos y ciudades de origen o con influencia maya en los estados que conforman la Península de Yucatán. 

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