Reporteros: Nayeli Torres/Roberto Alcántara
Fotógrafos: Miguel Ávila/Alfredo Márquez
Ciudad de Mexico.— El Barrio Bravo.de Tepito de la capital del.pais, recibió este jueves al Arzobispo Primado de México, cardenal Carlos Aguiar Retes, y a los obispos auxiliares de México Carlos Enrique Samaniego López y Andrés Luis García Jasso.
El cardenal Aguiar estuvo por la mañana en la Parroquia de la Divina Institución, ubicada en avenida Circunvalación y a cargo del P. Fortunato Cruz Gómez, y por la tarde en la Parroquia de San Francisco de Asís, en el corazón del barrio, presidida por el P. Jhonny Seraphin.
El Sr. Arzobispo hizo un llamado a las familias y comerciantes de la zona a hacer que en el ambiente bravo que caracteriza a Tepito se viva también la valentía, el esfuerzo, el trabajo y la constancia.
De manera particular se dirigió a las madres y padres de familia para pedirles acompañar y educar a sus niños y jóvenes a fin de hacerlos conscientes de las consecuencias de llevar una vida alejada del Evangelio, pero no con regaños —les dijo— sino con convicción y testimonio de vida.
Durante el recorrido de los obispos por algunas calles, el Sr. Ricardo Flores les explicó que en la época prehispánica está zona era conocida como Teocali Tepiton, que significa “templo pequeño”, término que posteriormente, durante la colonia, derivó en “Tepito”, aunque tradicionalmente se dice que el nombre se debe a dos policías de banqueta, cuando uno le dijo al otro: “Si pasa algo, te pito”.
El desarrollo comercial de Tepito —explicó el colono— ha tenido diferentes etapas, pasando del baratillo a la fayuca, a la piratería de música y películas, y a la exportación e importación de todo tipo de mercancías a gran escala.
Hoy —dijo orgulloso el Sr. Ricardo— es un centro comercial cosmopólita en donde confluyen personas de México y de otros países del mundo, enfatizando que los tres pilares de los tepiteños son: el comercio, el deporte y la Iglesia.
Entre tantas historias que se escuchaban con los comerciantes, destacaron las que hablaban de solidaridad entre los vecinos del barrio, pues una regla importante para ellos es «convivir e integrar a todos, porque todos somos parte de la comunidad tepiteña. ¡Tepito existe porque resiste!».