Konaté Hernandez
Cancún, Quintana Roo.— Cada 7 de octubre, la Iglesia celebra a la Virgen del Rosario, Santa Patrona de la comunidad parroquial, de la parroquia, Nuestra Señora del Rosario en Cancún.
Una advocación mariana para recordar la importancia de dirigirse a Nuestra Madre con amor a través de la oración y del rezo del Santo Rosario.
Explicaron algunas damas que integran los apostolados, mientras preparaban los ricos tamales de chipilin, que la Madre de Dios, es quien nos pidió rezar y difundir esta hermosa devoción para poder obtener gracias abundantes.
Del 28 de septiembre al 7 de octubre la comunidad realizó el novenario con procesiones, rezo del Santo Rosarino, Hora Santa, Celebración Eucarística, mañanitas, vaquería, kermes al concluir la Santa Misa, en alegre convivencia familiar y comunitaria a cargo de los movimientos eclesiales de la Catequesis, Adoración Nocturna, Renovación Carismática, Coro Guadalupano, Coro del Rosario, Liturgia, Rosario a la Divina Misericordia y la guía espiritual del padre Jorge Gerardo De La Torre Rodríguez, continuaron.
La parroquia Nuestra Señora del Rosario se ubica en la Región 234, Manzana 35, Lote 3, con horario de misa a la 7:30 de la noche de martes a sábado y el lunes lectura de la Palabra, las misas dominicales a las 7:30 y 10:30 de la mañana y 7:30 noche, cuentan con una capilla de Adoración Perpetua con horario de 9 de la mañana a 1 de la tarde, para la víspera recibió la visita pastoral de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, para administrar el Sacramento.
Enclavada entre las avenidas Rancho Viejo, 20 de noviembre, Azul Bonampak y la Región 235, la Región 234 tiene una población aproximada a los 4 mil habitantes, con una parte de la población que vive en situación irregular.
Entre el confinamiento sanitario, el temor al contagio, la gran cantidad de templos de otras denominaciones e incluso un templo a la muerte, así como el alto índice delictivo, apatía y la preocupación por el trabajo, ha provocado una baja participación entre semana en la Santa Misa, y aunque para el domingo es mayor la asistencia, no es como antes de la pandemia, sin embargo para los festejos patronales se apreció una mayor participación gracias a la asistencia de otras comunidades parroquiales.Entre 1994 y 1995 surge como capilla, en lo que ahora es un parque contiguo al recinto católico, por aquellos años el padre Rafael Ruiz Padilla, L. C., les daba atención espiritual; para 2011 la capilla es elevada a parroquia, cuando era atendida por el padre Manuel Damaniell Durán Becerra, concluyeron.