Para conseguir la paz y la seguridad en la Nación, se requiere estar en consonancia con iniciativas que
implementen mejores políticas públicas de parte de las autoridades en sus tres niveles de gobierno,
así como poner fin a la violencia en México y mantener la esperanza que haga posible cambiar esta
realidad como fruto de la reconciliación con uno mismo, con Dios y con el prójimo.

Ciudad de México.– Luego de reunirse los representantes y líderes de las diversas iglesias en México,
sostuvieron el acuerdo de orar juntos por la paz en el país, que dé los frutos que tanto requiere el país, en
estos difíciles y complicados momentos.

El amor a Dios en nuestro Señor Jesucristo, es la fe en el poder de la oración, preocupación por la paz, el bien de México y la convicción de que juntos lograrán contribuir eficaz y genuinamente a mantener una esperanza activa.

Dijeron que como hijos de un mismo Padre se duelen junto a miles de hermanos que han perdido a sus seres queridos por asesinatos, desapariciones, feminicidios, trata y explotación de personas, por lo que
manifestaron que nadie debe vivir en este clima de violencia cotidiana.

Con un discernimiento común, acordaron con claridad que la voluntad del Señor que los mueve a contribuir son con las siguientes acciones para construir la paz: 1).– Orar de manera permanente por la paz en México,invitando a todas las personas, cualquiera que sea su credo, a sumarse a esta iniciativa. 2).– Hacer conciencia en nuestras comunidades que “la Paz es un don de Dios” que se recibe y se trabaja, afirmando el valor de toda vida humana como sagrada. A nadie le es lícito privar de la vida y de la libertad a un semejante.
3).– Mantenernos unidos a través del diálogo, fortaleciendo la colaboración y acción común entre nuestrasiglesias.

4).– Exhortar conjuntamente a las autoridades a encontrar mejores y más eficaces estrategias de
seguridad ciudadana que garanticen la paz social, los derechos y las libertades fundamentales. 5).– Trabajar en favor de todas las formas de justicia, solidaridad y amor al prójimo, pues en nuestros corazones resuenan las palabras de Jesús: «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de
Dios». Mt 5, 9.

Al unísono, hoy dicen a una sola voz: ¡«Paz y Bien» para México son posibles!, lo queremos, necesitamos,
oramos, trabajamos, exigimos y esperamos, con la firme certeza en el Dios que nos brinda este don como
prenda de su amor.

Estuvieron presentes para la firma de este acuerdo: el Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, AR y Obispo de Cuernavaca Mons. Ramón Castro Castro, el pastor Rubén Enríquez Navarrete Iglesia Evangélica Siloé, Pastor Rubén Sánchez Vázquez Iglesia Evangélica Independiente en la República Mexicana, Presbítero José Obed López Bandera Iglesia Nacional Presbiteriana, Pastor Pedro Ramírez Pérez Presidente de la Convención Regional Bautista Central, AR, Dr. Juan Ramírez Mayer Ministerio Casas de
Dios México, AR, Dr. Benjamín Rivera Leos Centro Familiar Cristiano de México, AR, y el Pastor Cirilo Cruz
Lázaro Presidente de la Confraternidad Evangélica de México.

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