Está en nuestras manos ayudar a prevenir y erradicar este lamentable delito. La corrupción es un elemento básico para la operación de la trata de personas, por lo que construir un país en donde se respete el estado de derecho es fundamental. Hay mucho por hacer y el primer paso es conocer la realidad por la que muchas personas pasan.

La trata de personas se ha convertido en una de las formas más graves de daño a los derechos fundamentales y representa uno de los negocios ilegales más lucrativos, operado en gran parte por el crimen organizado, con un estimado de hasta 2 billones de dólares anuales.

La situación de vulnerabilidad en la que muchas personas se encuentran es el gancho principal para la operación de este delito de trata.

Buscar personas es un trabajo urgente, que su situación pobreza, hambre y enfermedad son estudiadas por criminales para engancharlos, a través del engaño, falsas propuestas laborales, incluso el enamoramiento para lograr sus objetivos. La fiscalía de Morelos detectó una red de trata de personas que ofertaba empleos a través de redes sociales, y al llamar para la entrevista laboral, inicia la desaparición de dichas personas, por lo que este tipo de operaciones utiliza la tecnología como herramienta de captación.

El delito debe tener tres elementos definidos en el Protocolo de Palermo: 1).- el acto, que es la captación, transporte, traslado, acogida o recepción; 2).- el medio, que se refiere por ejemplo a amenazas, secuestro, fraude, engaños, abuso de poder y 3).- el fin o propósito, que son los fines de explotación de los que ya se habló en el artículo anterior: explotación sexual, trabajos forzados, esclavitud, etc.

Las principales diferencias entre trata y tráfico se encuentran: Geografía: el tráfico siempre implica cruzar la frontera hacia otros países,  mientras que la trata también puede darse dentro del país; los fines: en general quienes trafican solo buscan un beneficio económico o material, los tratantes buscan explotar continuamente a la víctima; el consentimiento: por lo general los migrantes aceptan ser traficados. En cambio en la trata, si hay consentimiento es irrelevante, puesto que hubo medios para forzarlo; víctimas: cuando el tráfico ilegal de migrantes no implica abusos o un trato degradante, a las personas no se les considera “víctimas”, a diferencia de la trata y estatus legal: en el caso del tráfico, se comete un crimen contra el Estado, en la trata es contra la persona.

El caso de los jornaleros agrícolas reclutados con el propósito de llevarlos a trabajar a otros lugares que presenta un reto porque en muchos casos son situaciones de tráfico ilegal convertidas en trata. La CNDH previene contra estas situaciones a los jornaleros, en un folleto informativo en el que describe que si al trabajar se les da un trato esclavizante, estarían siendo víctimas de trata. El gobierno y la CNDH tienen páginas y folletos publicados en Internet donde se puede encontrar información para prevenir este delito, un ejemplo es el folleto “¿Cómo prevenir ser víctima de trata de personas en redes sociales? Guía para padres de familia” de la CNDH.

Otro folleto es “¿cómo prevenir ser víctima de trata de personas en redes sociales?, a través de la guía para adolescentes”, publicado por la misma CNDH. Las recomendaciones generales para evitar ser víctima de trata es: no publicar información personal en redes sociales, como nombre completo, dirección, teléfono, fotos de familiares, etc. Tampoco publicar esta misma información de otras personas (amigos, familia); no usar las redes sociales para conocer gente o coquetear con personas extrañas en línea. Nunca se puede saber si son de la edad que dicen ser ni se puede saber con quién estás tratando; desconfiar de anuncios que promueven ofertas de trabajo muy atractivas, sobre todo si son fuera de la ciudad en
la que vives. Es un signo de alarma que te pidan que les mandes fotografías tuyas en traje de baño o con poca ropa; no ir solo a entrevistas de trabajo; alejarse de personas que te aborden en la calle con el pretexto de querer conocerte; no aceptar invitaciones de amistad en redes sociales de personas que no conoces aunque digan que son de ambientes donde te desenvuelves como la escuela, club o equipo deportivo, o si dicen ser amigos de amigos o de familiares; crear contraseñas seguras y cambiarlas con frecuencia y si estando en línea te amenazan o te muestran algo en pantalla que te incomode o moleste, decirlo a alguien de confianza y denunciar.

Reintegración de víctimas

La reintegración de las víctimas de trata una vez que logran escapar o ser rescatadas, es uno de los temas de mayor importancia, y gobierno y sociedad deberán trabajar con profesionalidad. Las víctimas han sufrido maltrato y violencia de muchas formas por lo que se recomiendan realizar un diagnóstico para ofrecer un camino de reintegración adecuado para cada caso. Mientras se trata el aspecto físico y psicológico de la víctima, es necesario dar acompañamiento legal y ofrecer las herramientas necesarias para asegurar que ya no sufra violaciones a sus derechos inalienables. El acompañamiento legal permite a la víctima realizar la denuncia correspondiente. La denuncia es parte vital para disminuir los crímenes y fortalecer el estado de derecho y crear una cultura de denuncia es motivar a la participación ciudadana para construir una mejor sociedad. A nivel nacional, el número para denunciar de forma anónima el delito de trata es el 911, y el 800 5533 000 (Línea Nacional Contra la Trata de Personas).

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