KONATE HERNANDEZ

El resurgimiento de la familia, es el ambiente ideal donde educar a los jóvenes en valores. Pero hay que plantearse que a las familias actuales se les está dificultando cumplir con su finalidad educativa. 

Vivimos en una sociedad de confusión creciente. Hay la sensación de que algo importante pasa con la familia: está cambiando, se modifica y de modo profundo, es más, parece alterarse, erosionarse e incluso quebrarse para luego, en realidad, continuar vigente y casi fuerte. A pesar de todo, la familia sigue… y todos esos cambios funcionales no hacen sino reflejar la vitalidad de la familia.  

La historia nos ha mostrado que la familia evoluciona al cambiar su contexto social. No solo hay crisis, sino también evolución. Hay crisis de la familia, pero también hay resurgimiento.  

Y esa sensación, a su vez, está dando lugar a la convicción de que hay que hacer algo, de que no se puede permanecer sin más a la espera de que los acontecimientos se desencadenen, sino que resulta cada vez más necesario actuar en ese proceso para orientarlo, dirigirlo y llevarlo a buen puerto. Y esto no es fortuito, requiere un posicionamiento firme al respecto y optar por la mejor concepción de familia; hace falta tomar medidas sostenibles en el tiempo, intencionalidad, superar traumas y formarse para educar.  

No es solución, evidentemente, un intento de vuelta atrás anacrónico e imposible. No conduciría a nada más que a malgastar energías en proyectos nostálgicos. La auténtica solución al problema consiste en la búsqueda de los instrumentos adecuados, en las empresas y en la sociedad, que favorezcan la conciliación de la vida familiar y profesional. Facilitar a la mujer (y a la familia) que viva de manera armónica su derecho al trabajo (cuando ésta es su decisión) y su derecho a la maternidad; es una de las necesidades sociales más urgentes.  

Hace falta que los esposos, marido y mujer, se preparen para encontrar equilibrio entre sus actividades laborales y familiares, conscientes del aporte de cada uno en la vida familiar y en la tarea educativa. 

Hoy se hace preciso restablecer los aspectos relacionales de la familia como grupo (convivencia y solidaridad) e institución social (integración social y sentido público), y reposicionar a la misma, en aquello que le confiere identidad: su función socioeducativa. La familia debe seguir cumpliendo su función natural de ser educadora. 

Urge unirse a la promoción de la familia como fuente de las virtudes humanas y sociales como recta finalidad para conseguir el bien para la sociedad.  

El ideal familiar, ciertamente, puede ser difícil de alcanzar y, por supuesto, no se puede imponer, pero se trata de un ideal, al fin y al cabo, es decir, de un modo de vida que se considera hermoso y deseable. 

La Familia es la solución a los grandes problemas culturales y sociales de hoy

Nos ha tocado vivir una época que cuestiona y embate la naturaleza humana, la vida, la familia y los derechos humanos. 

Requerimos identificar a la ideología de género, sus expresiones y los daños que está causando; así como ratificar nuestros grandes valores humanos, familiares y sociales que nos han dado grandeza como personas y como cultura.  

MINUTO DE FORMACIÓN es un proyecto formativo del Frente Nacional por la Familia para comprender: 

1) Qué es la ideología de género, sus rostros, sus propósitos, sus manipulaciones y cómo en muchos países se ha convertido en una verdadera dictadura desde el poder político. 

2) Reafirmar nuestros grandes valores: la dignidad e identidad de la persona humana, la sexualidad, el matrimonio, el amor conyugal, la maternidad, la familia y el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones.

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