Jesucristo está en la fracción del pan, en el espacio fraterno donde la comunidad celebra el memorial de su Vida, Pasión, Muerte y Gloriosa Resurrección, el momento culminante de su presencia Real, Divina, una manifestación, donde se le puede reconocer.
Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo. – Luego de dos años del confinamiento sanitario, con una fe desbordante para acompañar a Jesús en su dolorosa Pasión, Muerte y Resurrección durante la Semana Santa, la asistencia se desbordó, debido a que la comunidad, busca encontrarse con Dios, con su Palabra y Sacramentos, indicó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas el Domingo de Ramos en la Catedral de la Santa Cruz y Santísima Trinidad en Cancún.
Una participación que se notó desde que iniciara la Cuaresma con el Miércoles, con unos 4 mil Ministros, Diáconos que terminaron agotados, al imponer la ceniza cada hora, precisó.
En tanto al Domingo de Resurrección, la asistencia de fieles que se acercaron fue con mucha devoción, fervor, reflexión y acompañar a Jesús en los acontecimientos vividos durante los días fuertes, con el objetivo de encontrar la paz y con alegría y continuar adelante. Todo fue de acuerdo a las normas sanitarias del sector salud que rigen para evitar la propagación del virus Sars CoV–2.
De la misma manera cientos de fieles acudieron desde la noche del Sábado Santo a ser participes de la Solemne Vigilia Pascual, en el Parque de las Palapas, en el Seminario Menor Inmaculada Concepción en Chetumal, en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Guadalupe y San Rafael Guizar y Valencia en Cancún, de la misma manera fue en todos los recintos sagrados dedicados al culto católico en esta Iglesia Particular.
Cristo es la luz arde en los corazones
Para ser misioneros, discípulos incansables, es necesario recibir la fortaleza de pedir al Señor incremento nuestra fe, luego de que los discípulos cansados de caminar, de las dificultades, sufrimientos, dudas, en la enfermedad y el dolor, en la pobreza y humildad y que solo con el testimonio de Cristo podrán ayudar en la fe, en la unidad y el amor a sostener en la esperanza a los niños, adolescentes, jóvenes y a la familias.
Cristo resucitó y está vivo, para acompañar como lo hiciera con los discípulos de Emaús, al encontrarlos en el camino, tristes, desalentados y confusos. Él es la vida que camina a tu lado, aunque no lo percibas, a pesar de tu tristeza y reniegues de los acontecimientos y sufrimientos, quizá por eso él quiere acompañarte y no dejarte solo, que te habla a través de las escrituras e iluminar los acontecimientos dolorosos. Búscalo en el que pide hospitalidad. Ten el acierto de hospedar al forastero, que se hace el encontradizo, porque en realidad hospedarás al mismo Jesucristo.
El mismo día de la resurrección, al regresar los discípulos a su aldea mientras comentaban por el camino lo sucedido en Jerusalén, lo del profeta poderoso de Dios y ante el pueblo, que los sumos sacerdotes entregaron, condenaron a muerte en la Cruz, cuando se esperaba fuera el libertador de Israel, y que estos sorprendentes acontecimientos, iban desconcertados, confundidos, tristes, desanimados y con cierta sensación de orfandad y abandono, cuando imperceptiblemente, Cristo se les apareció bajo la figura de un forastero, que no reconocieron, a pesar de sentir que su corazón ardía mientras les explicaba las escrituras, concluyó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.