“Y Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi Iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla” (Mt. 16, 18). Para perseverar en el crecimiento humano, espiritual en gracia y en amor a la Iglesia se requiere de la valiosa intercesión de Santa María, y de la generosidad para donarse a la comunidad. 

Konaté Hernández

Cancún, Quintana Roo. – Los festejos patronales dedicados a la Inmaculada Concepción de María, iniciaron el primer domingo de Adviento con la bajada de la Virgen en la comunidad parroquial de las regiones 102 y 228, en Cancún.

El mejor regalo durante este tiempo es acercarse a María Santísima, pedir su intercesión para que nos lleve a conocer y esperar en Jesús, con la bendición de las medallas milagrosas.

Con las recomendaciones permitidas de no bajar la guardia, iniciaron con el tradicional novenario, procesiones durante la semana del 28 de noviembre al 8 de diciembre, siguiendo las indicaciones del semáforo epidemiológico en color verde, con un aforo del 90 por ciento de asistencia sin rebasar el límite permitido.

Una comunidad unida donde se encuentra un gran ministerio en la fe, que invita a participar de la Misa diaria, acompañar a Jesús Sacramentado en la Hora Santa los jueves o prepararse con la catequesis los sábados. Cuentan con infinidad de actividades, para que la grey pueda integrarse a sus apostolados o en coros, encaminadas a tener un encuentro con Cristo a través de la Inmaculada Concepción de María en la Calle 43 entre 145 y 42 de la Región 102, Manzana 74 Lote 2, atendida por el padre Ángel Estrella.

De lunes a sábado las misas se realizan a las 7 de la noche y las dominicales a las 8 de la mañana, 12 del día y 6 de la tarde noche.

Sobre esta piedra voy a construir mi Iglesia

“Y Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi Iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla” (Mt. 16, 18), mensaje con el que es recordada la coordinadora de la capilla en la región 228, Flor Montalvo Dzul (+), acaecida en 2020.

Entre sus peticiones al Señor, fue por el crecimiento humano y espiritual, para que la comunidad persevere en el servicio con intercesión, la gracia y el amor recibido como un regalo de María Santísima.

La capilla se ubica en calle 80 entre 67 y 75, Región 228, Manzana 53, lote 7 y 8, pertenece a la parroquia Corpus Christi, recibe atención espiritual del padre Marco Antonio Delgado.

En sus inicios la capilla era de material endeble, construida con palos, techo de lámina y cartón, hasta que un 8 de diciembre de 2008, recibiera la visita pastoral de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, acompañado por el entonces párroco de la comunidad, padre Ramiro Fernández, para bendecir y colocar la primera piedra de cantera resistente.

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