Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo. — Como ya es costumbre a mediados de agosto procedentes en su mayoría del centro del país, empiezan a arribar a los diferentes de México, vendedores de banderas tricolores, como es el caso de José Luis Martínez Sánchez quien llegó a Cancún.
Con el objetivo de conmemorar el 211 aniversario de la independencia de México, que se celebra con el grito, la noche del 15 y el desfile al día siguiente, precisó.
José Luis Martínez Sánchez, mencionó que entre quienes llegaron a los diferentes municipios de Quintana Roo, la mayoría proceden del Estado de México, pero también hay de Puebla y otras entidades, principalmente del centro de la República a establecer en toda la geografía quintanarroense y de igual manera en otras entidades.
Una gran variedad de atractivos productos, desde las banderas más pequeñas hasta enormes banderas con variados que oscilan entre 20, 25 hasta 250 a 500 pesos según el tamaño. Además, traen rehiletes, tambores, cornetas, muñecos, rifles de juguete, vistosos y elegantes vestidos a la usanza de la independencia, incluso hasta de la época de la Revolución Mexicana, todo a módicos y accesibles precios, productos artesanales, elaborados con sus propias manos.
Sin embargo, le entristece que entre la crisis económica y la de salud, que prevalece en el país, ya no hay los ánimos de comprar estos típicos juguetes. Todo parece indicar que se ha empezado a perder el entusiasmo del mexicano por adquirir estos productos, símbolo de la mexicanidad. Es una situación desesperante, pues después de llegar de tan lejos a mal dormir, mal comer, pasan largas desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche, apenas para sacar lo del hospedaje y una sola comida que consiste en una torta y un refresco.
Y es que tan solo de hospedaje deben pagar en promedio entre 300 a 500 pesos por persona, de ahí que buscan establecerse en grupos de 10 a 15 personas en casas de huéspedes, por lo menos para tener, donde descansar, asearse, y continuar con su actividad hasta los días principales 15 y 16 de septiembre, con la esperanza de obtener ganancias y sacar para el pago de transporte de regreso a sus lugares de origen.
Sin duda las tradiciones que nos dan identidad son muy bellas, sin embargo, para quienes buscan su sustento y el de sus familias es difícil, pues por lo general regresan a sus casas apenas con ajustados recursos, externó José Luis Martínez Sánchez.