Konaté Hernández
Playa del Carmen, Quintana Roo. — La icónica capilla de Nuestra Señora del Carmen tiene un valor histórico, trascendente explicó el sacristán don Candelario Sayala Córdova, en Playa del Carmen.
Ubicada entre la 5ª avenida con Juárez desde la década de los 60´s, a partir del 2006 está dedicada a la adoración del Santísimo Sacramento, precisó.
Don Candelario Sayala Córdova, explicó que el novenario inicia el 7 y termina el 16 de julio, con la procesión por las calles y por el mar de esta advocación mariana dedicada a Nuestra Señora del Carmen. Esta pintoresca capilla surgió desde hace aproximadamente 50 o 52 años, con escasas seis familias dedicadas a la pesca que acudían a rezar a la iglesia que hacía las veces de faro o semáforo para que los hombres regresarán seguros a puerto.
En sus albores los festejos se realizaban de manera aislada
Entre las anécdotas, recordó al primer párroco, Moisés de los Santos, quien empezó a celebrar los festejos en honor a la Virgen del Carmen, aunque por ser demasiado espiritual no le dio la importancia que se merecían esta festividad, de ahí que siempre conservó su distancia entre éste y los fieles, debido a que no le gustaba mucho mezclar lo religioso con lo pagano, por lo que las escasas familias que realizaban la fiesta aisladamente, es decir, fuera de la iglesia. Cuando llegó el padre Juan Amezcua, a quien se le ha considerado un santo en virtud de su trabajo, dedicación y fortaleza, le decía a la feligresía que acudía a Misa, –ya no entramos en esta capillita, hagamos una más grande– y preguntaba –¿están de acuerdo? – y los fieles respondían afirmativamente, por lo que recalcaba –pues quiero ver que no suene–. Fue así como este sacerdote dejó los cimientos de lo que es la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en la céntrica 15 avenida, construida con los donativos que daba la gente, sobre todo cuando llegó más población a trabajar en los hoteles que iniciaron al norte de la ciudad. La parroquia la concluyó el padre Fernando Rodríguez, además de darle la solemnidad que se merecían los festejos al buscar la unidad con la iglesia.
El nombre de Playa del Carmen tendría que ser Playa de Nuestra Señora del Carmen, en virtud de que esta advocación mariana le da el nombre a la ciudad. Hoy en día acuden poco más de 3 mil 500 feligreses a celebrar con fervor a su santa patrona, cuando la primera fiesta apenas contó con no más de 250 personas congregados en el Parque Fundadores.
Mientras que el padre Moisés de los Santos, aun cuando sí le dio cierta importancia a la patrona de Playa del Carmen, no tuvo esa inquietud de buscar la unidad con las familias, pues él se centraba más en la cuestión sagrada, espiritual, que, en la feria, que consideraba pagana, por lo que conservó su distancia con la feligresía. Sin embargo, el padre Fernando Rodríguez entendió que la cultura popular del pueblo es parte de la tradición, como lo es la Feria del Carmen, siendo que ésta no le quita el fervor y el amor que la gente siente hacia su patrona, religiosidad popular como una mezcla de lo sagrado con lo profano o sincretismo, subrayó don Candelario Sayala Córdova.
Bajo normas estrictas de sanidad
La tradicional procesión sale a las 5 de la tarde del 16 de julio de la parroquia, ubicada en 20 avenida, al Parque Fundadores, donde se realiza una procesión marítima, mientras se reza el Santo Rosario, y al terminar se dirigen hacia donde se realice la Santa Misa, con la guía espiritual de su párroco, el padre Jaime Bordons, L. C. Festejos realizados de acuerdo al semáforo epidemiológico del sector salud, y con el apoyo brindado por la dirección de Protección Civil, Seguridad Pública, Tránsito y la Cruz Roja, para la salvaguarda de la integridad física de los asistentes. (Publicado en el periódico Sagrada Familia de septiembre 2019).