Por Silvia del Valle
Como cada año, se llega el tiempo de la cuaresma, que no es otra cosa que un tiempo de
preparación para la gran solemnidad de la Pascua, pero este año es especial ya que
estamos en el año jubilar, bajo el signo de la esperanza. 


Algunos piensan que como el color litúrgico es el morado debemos estar tristes, pero yo
creo que más bien es un tiempo precioso para hacer una introspección y ver en que
podemos mejorar, que cosas debemos cambiar para estar en línea con el camino que
Jesús nos marca para llegar al cielo, como peregrinos de esperanza.


Y para lograrlo debemos estar abiertos y dispuestos al cambio, a corregir lo que va mal,
aprovechar la gran oportunidad de ganar la indulgencia que el año jubilar nos ofrece y
nuestros hijos también lo pueden vivir plenamente, por eso aquí te dejo mis 5Tips para
vivir la cuaresma en familia y siempre dispuestos a la conversión del corazón como
peregrinos de esperanza.


PRIMERO. Para cambiar hay que saber que debemos cambiar.
Por eso debemos acostumbrarnos a hacer un examen de conciencia a diario y darnos
tiempo para reflexionar sobre nuestras acciones cotidianas. 
Primero que nada, debemos hacerlo nosotros en lo personal y después debemos educar a
nuestros hijos para que lo hagan, y mientras más pronto mejor, así que debemos
establecerlo como un estilo de vidas desde que nuestros hijos tengan conciencia de sus
actos. 
Para los pequeños podemos pedirles que nos platiquen lo que hicieron mal, o las
travesuras que hicieron en el día, o las veces que no obedecieron, etc. Podemos guiarlos
con preguntas sencilla que desde temprana edad puedan contestar. 
Para los más grandes existen muchas meditaciones, reflexiones y fórmulas para realizar el
examen de conciencia. 
En todos los casos es bueno ir haciendo una lista de lo qué hay que cambiar o corregir. 

SEGUNDO. Haz ejercicios de virtud. Cuando vamos a correr un maratón lo primero que hacemos es comenzar a entrenar,
haciendo recorridos poco a poco más largos hasta llegar a la distancia adecuada; pues en
este caso es igual, debemos empezar a hacer pequeños ejercicios de virtud para fortalecer
nuestro espíritu y poder hacer los cambios necesarios para provocar la conversión del
corazón. 

Si acostumbramos a nuestros hijos a ofrecer disculpas siempre que se equivocan, estamos
donando su voluntad y la hacemos propicia para la conversión.  

TERCERO. Un día a la vez.
Los calendarios de cuaresma o cuaresma ríos son excelente herramienta para apoyarnos
en este camino de conversión pues nos proporcionan una reflexión sobre un aspecto en
especial y después nos proponen un reto, acorde a la reflexión, que nos ayudan a mejorar
día con día para estar listos para vivir una Semana Santa diferente y sobre todo una
Pascua increíble. 


Existen muchas propuestas, pero debemos buscar la más adecuada para nuestros hijos
conforme a su edad y madurez. Las hay en gráficos, en audios y también en cápsulas de
video. 

CUARTO. Busca la confesión sacramental en este tiempo.
Lo lógico es que después de hacer el examen de conciencia y ejercitando nuestra
voluntad, como fruto logremos una confesión de corazón y con más conciencia de
nuestras acciones. 
La Santa Madre Iglesia nos pide que nos confesemos por lo menos una vez en este tiempo
de cuaresma por eso podemos educar a nuestros hijos para que lo busquen
sinceramente. 

Y QUINTO. Que el ambiente familiar te invite a la conversión viviéndola desde la
esperanza. 
La cuaresma es el tiempo de perdonar las ofensas, de ofrecer disculpas, de corregir los
errores y sobre todo de tener abierto el corazón para recibir las gracias de parte de Dios
para poder llevar a cabo un cambio real en nuestra vida. 
Esto lo debemos pedir, pero también lo debemos propiciar siendo más pacientes,
comprensivos, consecuentes y buscar justificar antes que enjuiciar. 
Esto no es fácil, pero podemos comenzar por nuestra familia y podemos hacer alguna
dinámica donde podamos una vez a la semana, expresar lo que nos duele o molesta de los
demás, y todos estemos con una actitud abierta, de escucha y con la intención de generar
un cambio personal y familiar. 


Si logramos ver la cuaresma con ojos de misericordia y esperanza viviremos una cuaresma
diferente y nuestros hijos tendrán un estilo de vida distinto para la cuaresma. 
Deseo que esta cuaresma no solo sea ir a tomar la ceniza, sino que en verdad sea un
tiempo valioso de conversión personal y familiar; todo como preparación para vivir más
intensamente la Semana Santa y vivir una Pascua única con la conciencia de que la
Esperanza no defrauda y nos mantiene activos para caminar en esta vida y tener fe en que

llegaremos a la vida eterna si somos misericordiosos y actuamos por amor, desde el amor
y para el amor.

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